En febrero de 2007, la astronauta de la NASA Lisa Marie Nowak, que vivía en Houston, Texas, no iba a subirse a un transbordador como lo hacía siempre en su trabajo, si no queiba a emprender un largo viaje en su pequeño BMW con un fin tenebroso.
Por Crónica
Su víctima era la ingeniera militar de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, Colleen Shipman, a quien abordaría en el aeropuerto internacional de Orlando, Florida. Nowak no superaba que esa mujer hubiera iniciado una relación con su examante, el también astronauta de la NASA, William Oefelein.
Este triángulo amoroso que estuvo a punto de ser un crimen expuso por primera vez a dos astronautas en las noticias por algo que no fueran los viajes espaciales y puso en cuestión también la manera en que la NASA peritaba psicológicamente a su personal.
También esta historia tuvo un detalle por el que este caso lo recordarían en todo Estados Unidos. Se dijo que la astronauta Nowak llevó puesto un pañal que usan los cosmonautas en el espacio, durante su viaje desde Texas hasta Florida, pero este rumor no fue confirmado. La prensa calificó a Nowak como “la astronauta celosa”.
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