Nicola Priest, de 23 años, obsesionada con las redes, los selfies y sus seguidores, fue condenada a quince años de prisión por homicidio involuntario, después de que su hija fuera encontrada muerta con lesiones en el pecho y en el abdomen. Además, la mujer decidió subir el vídeo a la red social Tiktok, una vez había matado a la joven en Reino Unido.
Por La Razón
En el video, la mujer de 23 años gira las caderas y balancea los brazos mientras canta letras sobre ganar dinero, ponerse en forma y recibir educación. Priest también decía que quería “concentrarse en ella”. El cuerpo de la joven era balanceado hacia delante y hacia atrás mientras la madre sonreía a la cámara.
Pero esto solo fue uno de una serie de vídeos que la madre publicó antes y después de golpear y agredir hasta la muerte a su hija después que la bebé “la interrumpiera teniendo relaciones sexuales”. Su amante, Callum Redfern, se jactaba de la muerte de la pequeña.
Priest fue encarcelada la semana pasada por el Tribunal de la Corona de Birmingham, y los expertos compararon las heridas de la bebé con las de un niño atropellado a 64 km/h o que haya caído de un tercer piso.
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