Mientras en París se vive una Messimanía y los fanáticos se agolpan en el Parque de los Príncipes para comprar la camiseta del nuevo refuerzo estrella del París Saint-Germain (PSG), en el Barcelona se empezó a sentir la consecuencia inmediata que genera la partida de Lionel Messi. Pese a que el equipo de Ronald Koeman aún no saltó al campo de juego de manera oficial, los ingresos del club empezaron a descender abruptamente.
Por Infobae
Este domingo el conjunto blaugrana enfrentará en el Camp Nou a la Real Sociedad en lo que será el primer partido con público desde el inicio de la pandemia del coronavirus. El gobierno español habilitó el regreso de los espectadores a los estadios, con aforo reducido, por lo que el Barcelona podrá abrirle las puertas a 29.803 fanáticos. De esta forma podrá cumplirse con el distanciamiento en un estadio con asientos para 99 mil personas.
La gran preocupación de la dirigencia de Josep María Bartomeu era cómo iba a hacer para repartir las entradas, teniendo en cuenta que la institución cuenta con cerca de 85 mil abonados. Por eso, se decidió abrir la inscripción para todos ellos y en caso de que se superara la capacidad impuesta por las autoridades, la prioridad se definiría por sorteo. Sin embargo, hay estupor por la baja cantidad de abonados que se anotaron.
Fueron apenas 15.280 peticiones las que se recibieron hasta este jueves por lo que el remanente se pondrá a la venta para socios comunes. Esto expone la disconformidad de los aficionados culés con la salida de su ídolo, Messi, quien ya no estará en el terreno de juego.
Como si esto no fuera suficiente, el periodista español José Álvarez reveló en el programa en el de televisión del Chiringuito que las ventas por merchandaising en las tiendas oficiales del Barcelona disminuyeron un 70% con respecto al promedio. Lo peor es que esto sucede en agosto, mes en donde se multiplican la cantidad de turistas que van a conocer la ciudad y aprovechan para llevarse algún recuerdo de la tienda blaugrana.
En contrapartida, este miércoles y jueves una multitud se acercó al Parque de los Príncipes de París para comprar la camiseta del PSG con el número 30 de Messi en la espalda. Fueron largas colas las que se formaron en la tienda oficial que hoy anunció que las prendas se han agotado, aunque espera pronto reponer el stock. Es que según informa Le Parisien, en el primer año de Neymar se vendieron 900.000 cascas del cuadro francés en todo el mundo, la tercera parte con el nombre del jugador brasileño. El acuerdo con Jordan Brand de Nike en 2019 hizo superar el millón. Pero con el rosarino apuntan mucho más alto y las primeras estimaciones señalan que en las próximos semanas se venderán no menos de 300 mil.
A su vez, mientras al Barcelona le queda grande el Camp Nou, al PSG le queda chico su hogar. “El estadio es muy pequeño. Necesitamos ampliarlo. Debemos discutir con la alcaldesa de París, Madame Anne Hidalgo. Me encanta el Parque de los Príncipes, pero tenemos que ampliarlo. Es importante para el futuro del club. Cada club importante tiene hoy 80.000 espectadores. Ampliar nuestro estadio es una obligación”, admitió Nasser Al-Khelaïfi en una entrevista a Le Parisien. Actualmente, tiene un capacidad para 48.000 personas, un aforo que podría haberse llenado fácilmente si se toma en cuenta la gran multitud que acudió a las afueras del estadio para recibir a Leo Messi y el resto de fanáticos que hizo largas filas para tener su camiseta.
En este sentido, la institución parisina, que tiene poco más de 30 patrocinadores de distintas por categorías, espera atraer aún más capital con el arribo del mejor jugador del mundo. Es un crecimiento que también experimentó la Juventus cuando atrajo a Cristiano Ronaldo en 2018.
Todo esto sucede antes de que Messi debute, por lo que aún no hay real dimensión de lo que podrá suceder una vez que la pelota empiece a rodar. ¿Cuánto aumentarán los derechos de transmisión de la Ligue1? ¿Cuánto querrán pagar los sponsors para ser parte de la camiseta del cuadro francés? ¿Cuáles serán los números de audiencia?. Todo está por verse.