Dos pistas habrían situado el escenario del secuestro de Lorenc Toska (identidad que facilitó ayer su exmujer al periódico alemán Das Bild) de sus dos hijos pequeños, Kristian y Amantia, en Tenerife: una discusión acalorada entre los progenitores en la que a él se le desliza que se encuentran en su hija favorita, Te y un WhatsApp que consigue mandar la niña de 10 años a una amiga suya y que ahora obra en poder de la Policía.
Por abc.es
En dicho mensaje, Amantia comenta a su amiguita (en una comunicación siempre controlada por el padre) que están en una isla donde todo el mundo habla español.
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