El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, decretó este miércoles que los organismos de la administración pública federal deberán reducir el consumo de energía eléctrica entre 10 y 20% de septiembre próximo a abril de 2022, ante una intensa sequía que afecta al país.
La decisión, que excluye a las dependencias de los estados, es una nueva medida del gobierno para evitar apagones, en momentos en que los pronósticos alertan sobre una profundización de la peor sequía en 91 años en el sudeste y centro-oeste del territorio.
Más de 22.000 edificios públicos propios y unos 1.400 alquilados, según datos oficiales, deberán atender a la meta de reducción de consumo establecida sobre niveles de gasto energético pre-pandemia. La base para comparar es la media de consumo en los mismos meses de 2018 y 2019, precisa el texto del decreto.
Aunque la crisis hídrica ya se refleja en un alza en el precio de la electricidad en los hogares, debido al uso de energía termoeléctrica más cara, el gobierno solo ha pedido a la población un consumo consciente, evitando medidas de racionamiento domiciliario.
En 2001, el gobierno del presidente Fernando Henrique Cardoso se vio forzado a aplicar un racionamiento de energía cuando una situación de sequía similar a la actual afectó el nivel de las usinas hidroeléctricas.
Bolsonaro ha reconocido la gravedad de la que definió como “la mayor crisis hidrológica de la historia”, que ha puesto a Brasil ante “un problema serio”.
El Comité de Monitoreo del Sector Eléctrico (CMSE) señaló el martes tras una reunión excepcional para atender la situación crítica, que “como se ha visto en los últimos meses, predomina la degradación de los escenarios observados y las perspectivas a futuro, con un deterioro relevante”. Por ello, consideró “imprescindible” la adopción de medidas para preservar el abastecimiento.
El decreto publicado en el diario oficial incluye recomendaciones a las dependencias públicas federales para disminuir el consumo en su funcionamiento rutinario, como “utilizar solo ventilación natural en los días con temperaturas amenas”, o “utilizar las escaleras siempre que sea posible”, entre otros puntos.
En mayo, otra decisión presidencial abordó la crisis, al habilitar la realización de licitaciones para contratar plantas generadoras que quedarán en “reserva”, y garantizar el abastecimiento sin cortes masivos en situaciones extremas. AFP