El Exorcista es una de las películas de terror más icónicas de todos los tiempos. Tanto es así que, aún hoy, logra asustar al público. Pero el film, además, parece tener otros motivos para morirse de miedo. Entre ellos, se destaca el hecho de que uno de los extras del elenco era, en realidad, un asesino serial en la vida real.
Por La Nación
Se trata de Paul Bateson, que aparece en una de las escenas más escalofriantes de la película: la secuencia en la que Regan, la niña de doce años poseída por el demonio, es llevada al hospital para someterla a algunas pruebas médicas durante las que se inserta un catéter en su cuello a través de una arteria y, en respuesta, la chica hace una mueca terrorífica mientras la sangre brota del cuello.
Es aquí donde el asunto se pone espeluznante debido a que uno de los técnicos del hospital en esa secuencia era Bateson, que fue condenado a prisión en 1979 por el asesinato del periodista de cine Addison Verrill. Además, el hombre también fue sospechoso de varios crímenes de odio dentro de la comunidad gay de Manhattan en los años setenta.
La historia de Bateson ha sido revisada en varias ocasiones a lo largo de los años, la más reciente como uno de los asesinos en serie que aparecen en el aclamado drama criminal de Netflix, Mindhunter.
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