Un piloto preso y la mentira de su manager que le abrió la puerta: a 30 años del increíble debut de Schumacher en la Fórmula 1

Un piloto preso y la mentira de su manager que le abrió la puerta: a 30 años del increíble debut de Schumacher en la Fórmula 1

Michael Schumacher sobre el Jordan-Ford 191. Clasificó séptimo en un circuito que no conocía (Photo by Paul-Henri Cahier/Getty Images)

 

En la previa del Gran Premio de Bélgica de Fórmula 1 de 1991 hubo una charla telefónica entre Willi Weber, por entonces mánager de Michael Schumacher y Eddie Jordan, dueño de la escudería que llevó su nombre y que por un hecho de fuerza mayor necesitó un piloto para esa carrera:

Por infobae.com

WW: “Oye, tengo alguien para ti: Michael Schumacher”.

EJ: “¿Quién diablos es Michael Schumacher?”

WW: “Tú sabes, es el que fue campeón de Fórmula 3 Alemana. Ganó en Macao y Fuji”.

EJ: “Ah sí, ya sé quién es, pero ¿piensas que es rápido?”

WW: “Es muy rápido”.

Jordan fue piloto y luego formó su equipo que empezó en la Fórmula 3 y allí conoció a Weber. Luego pasó a la Fórmula 3000 (en su momento antesala de la F1) y en 1989 fue campeón con Jean Alesi. En 1991 ascendió a la Máxima ya que el team-manager irlandés siempre fue un gran vendedor y su escudería llegó al gran circo con el apoyo de una conocida gaseosa. En esa temporada sus dos pilotos fueron el ya veterano italiano Andrea de Cesaris y un prometedor belga, Bertrand Gachot

A principios de 1991, Gachot, de 29 años, protagonizó un episodio afuera de las pistas que más tarde le costó su lugar en la F1. Tuvo una discusión en Londres con un taxista llamado Eric Court, al que le arrojó gas paralizante en su cara. “Realmente no pensé que llegaría a mayores”, reconoció Gachot, a la BBC.

Schumi vivió con mucha intensidad ese fin de semana. En carrera hizo solo 500 metros, pero llegó para quedarse en la F1 (Photo by Paul-Henri Cahier/Getty Images)

 

“Estamos hablando de algo que era realmente insignificante y básicamente yo me estaba defendiendo con el gas”, explicó. “Pensé que eso era lo que se suponía que hiciera y nunca lo consideré como un arma. Realmente pensé que estaba en mi derecho y que no había hecho nada malo”, agregó.

En esa época, el gas paralizante era ilegal en el Reino Unido y Gachot no se percató de la gravedad de la situación. Esperó que le dieran una multa y un par de días en la cárcel, como máximo. Su abogado argumentó que fue en legítima defensa, pero el jurado tuvo una opinión diferente y lo sentenciaron a 18 meses de prisión.

“No tenía idea que estaba arriesgando mi libertad”, expresó. “Una vez que entré a la cárcel pensé que me quedaría durante el fin de semana, pero entonces, llegó mi abogado el lunes a decirme que serían varios meses”, recordó.

En ese entonces, Gachot llamó la atención por terminar seis carreras entre los diez primeros en la primera mitad de la temporada y por ganar las 24 Horas de Le Mans. Sin embargo, apenas dos días después de registrar el récord de vuelta en el Gran Premio de Hungría de F1 (11 de agosto), se encontró frente a un tribunal.

Bertrand Gachot durante el GP de Canadá, en junio. El belga truncó una prometedora trayectoria (Photo by Paul-Henri Cahier/Getty Images)

 

Ingresó a prisión el 18 de agosto (una semana antes de la carrera de Bélgica) y su condena terminó siendo de dos meses, cuando la sentencia original fue reducida tras una apelación. No obstante, la estadía en prisión fue suficiente para que Jordan necesitara un reemplazarlo temporal y ese piloto fue Schumacher.

En esa época el alemán corrió para Mercedes en el Mundial de Endurance (la categoría donde Pechito López fue campeón mundial en 2020 y acaba de ganar las 24 Horas de Le Mans). La casa de Stuttgart se interesó por tener a uno de sus corredores en la F1 o que al menos tuviese una prueba.

Ahí aparecieron los 150 mil dólares que Jordan le pidió a Weber para que su pupilo probara el auto Silverstone, el 20 de agosto. “La primera vez que Michael condujo un F1 fue el Jordan 191 en Silverstone. Ese ensayo fue muy interesante y Schumi manejó mejor de lo esperado. No paró en boxes cuando se lo indicó hacerlo, ignoró las señales del equipo, aunque cada vez iba más rápido”, confesó Mark Gallagher, por entonces director de marketing de Jordan.

Al final, uno de los mecánicos tuvo que salir a pista a hacerle señas de que parase”, confesó Gallagher. El ensayo fue supervisado por el diseñador de Jordan, Gary Anderson, y el manager del equipo, Trevor Foster. “Estaba dando giros, cometía algunos errores, pero podías ver su talento natural. Era un coche distinto, pero para Michael no era un problema. Seguía corriendo, y creo que en la quinta vuelta hizo los mismos tiempos que de Cesaris y Gachot en Silverstone y pensé, ‘ok, este chico es bueno’”, relató Anderson.

Schumacher hizo una gran largada donde superó a Jean Alesi y a Nelson Piquet (Photo by Paul-Henri Cahier/Getty Images)

 

Los popes de Jordan le informaron al minuto los detalles a Jordan que en pleno verano europeo no se perdió de las vacaciones en Ibiza. A su regreso hubo otra conversación con Weber:

EJ: “¿Cuántas veces Schumacher corrió en Spa?”

WW: “No estoy seguro, pero creo que unas 100 veces…”

El mánager de Schumacher mintió, ya que el joven de 22 años hasta ese momento no había corrido en el autódromo belga. Ya en Spa, Weber le confesó a Jordan que “se había confundido” y que su pupilo nunca había corrido allí.

ED: “¿Y ahora qué hacemos?”

WW: “Nada, que corra”.

Las cartas se echaron y si bien Jordan quiso contratar a los experimentados Keke Rosberg y Stefan Johansson, los 400 mil dólares que aseguró Mercedes fueron suficientes. La firma alemana quiso apoyar a Schumi y consiguió el aporte de los patrocinadores Dekra y Tic Tac, que cubrieron el costo.

Schumi llegó a la F1 con mucho entusiasmo y ganas de aprender. De hecho, esperó de forma paciente a De Cesaris para que le explicara los detalles del circuito. “Estoy ocupado”, fue la tajante respuesta del italiano, que no tuvo ganas de ayudar a su nuevo compañero. El alemán no se hizo muchos problemas, agarró una bicicleta y así tuvo su primer contacto con la pista de 6.968 metros.

Fue undécimo en el primer entrenamiento. Luego en la clasificación el ambiente se conmocionó con Schumacher, que logró el séptimo tiempo sin conocer el circuito y con solo una prueba en el coche. Marcó un crono de 1m53s290 y le sacó más de medio segundo a de Cesaris (774/1000). En toda la temporada solo de Cesaris alcanzó una séptima colocación en clasificación, algo que logró en Hockenheim, Alemania.

Las sonrisas abundaron en los boxes de Jordan. La apuesta salió bien y todavía faltaba la carrera donde en la grilla de partida Schumacher se midió a estas bestias: Ayrton Senna (McLaren), Alain Prost (Ferrari), Nigel Mansell (Williams), Gerhard Berger (McLaren), Jean Alesi (Ferrari) y Nelson Piquet (Benetton), por orden de largada.

Lejos de verse intimidado, el alemán hizo una notable largada donde antes de llegar a la primera curva superó a Piquet y Alesi. Quedó quinto, pero a los 500 metros sufrió fallas en el embrague y tuvo que abandonar antes de cruzar por la mítica curva Eau Rouge. Su auto quedó a un costado, pero recibió el aplauso del público.

En 2011, Schumi reveló qué pasó con ese elemento y culpó a Jordan. “La historia es que tuvimos problemas en el Warm-Up (ensayo libre que se hacía los domingos a la mañana). Yo lo señalé en las reuniones informativas y hablamos acerca de si cambiar o no el embrague, pero Eddie dijo que ‘costaría demasiado dinero’. Entonces se rompió”, aseguró en una columna que él escribió en Auto Motor und Sport.

No obstante, el ambiente se revolucionó, tanto que horas más tarde, el jefe de equipo de Benetton, Flavio Briatore, lo incorporó y echó al brasileño Roberto Moreno. Jordan trató de evitar ese fichaje incluso por vías legales, pero nada pudo hacer y la siguiente carrera, en Monza, Italia, Schumacher fue quinto y sumó sus primeros puntos en la F1.

Pero el 25 de agosto de 1991 empezó a escribir su gran historia en la Máxima, donde hasta el año pasado era en soledad el piloto más laureado de la historia con sus siete títulos y ahora comparte ese mérito con Lewis Hamilton. Además, Schumi suma 306 carreras, 91 victorias, 68 poles, 155 podios y 77 vueltas rápidas.

De izquierda a derecha. Sentados: Alain Prost, Jean Alesi, Nigel Mansell, Gerhard Berger, Emanuele Pirro. Parados: Ricardo Patrese, Aguri Suzuki, Bertrand Gachot, Gianni Morbidelli, Yvan Capelli, Mauricio Gugelmin, Jean-Marie Balestre y Ayrton Senna, en la foto de apertura 1991, en el GP de los Estados Unidos (Photo by Paul-Henri Cahier/Getty Images)

 

Aquel fin de semana, lejos de Spa-Francorchamps (el mismo lugar donde se corre este fin de semana), el propio Gachot recordó que “alguien en prisión me dijo que el equipo había contratado a un alemánCada vez que pasaba por el frente de mi celda esa persona hacía un ruido imitando un auto de F1, diciéndome que ese piloto era muy bueno y que ya no me necesitaban”.

Para cuando Gachot salió de la cárcel, se había perdido de cuatro carreras y su lugar en Jordan fue ocupado por el italiano Alex Zanardi. Terminó corriendo para Larrousse, pero no fue capaz de repetir su performance de la primera parte de la temporada con Jordan.

Después de dos años afuera, cumplió dos temporadas más con Pacific, antes de abandonar la F1 para siempre, en 1995. Para entonces, Schumacher ya era bicampeón mundial con Benetton y estaba a punto de empezar su carrera con Ferrari, su etapa más exitosa.

Sus campañas deportivas tomaron caminos diferentes, aunque Gachot no sintió bronca por Schumacher y tuvo autocrítica: “Yo fui el tipo que estuvo en el lugar equivocado en el momento equivocado, el que le entregó a Schumacher la oportunidad de brillar”.

“Schumacher mereció la carrera que tuvo. Yo no fui quien lo hizo, él se hizo a sí mismo, tomó la oportunidad y la aprovechó”, agregó y reflexionó que “seguro que me lamento y pude haber hecho las cosas diferente, pero me siento en paz”.

¿Qué pasó con el auto?

En junio pasado se informó que el Jordan 191, chasis número 06, con el que debutó Schumacher, se puso a la venta y llamó la atención el buen estado luego de 30 años. La publicación se hizo en el sitio Speed Master cuyo representante, James Hanson, fue contactado por Infobae para conocer detalles exclusivos de cómo se conservó el auto.

Ese modelo rindió en líneas generales, ya que le permitió a Jordan terminar quinto en el Campeonato Mundial de Constructores. “Luego de la temporada 1991 el coche se vendió a un coleccionista en Bélgica (Jean Blatton), luego a otro en Francia (Didier Siruge) que lo corrió ocasionalmente, después se fue a los Estados Unidos durante un año y ahora está de regreso en el Reino Unido”, explica Hanson.

El auto conserva un motor V8 original Ford Cosworth HB. Además, tiene un detalle especial: el volante que empuñó Schumacher se entregó enmarcado y en esa cobertura tiene el autógrafo del alemán. Además, el coche cuenta con un certificado de autenticidad firmado por Trevor Foster (mánager del equipo Jordan).

“El coche estuvo muy bien cuidado. Había estado en un museo durante los primeros 15-20 años y solo ahora, recientemente, se usó en la pista. Su historia es muy buena y solo tuvo cinco propietarios en total y bien documentados”, describe.

Reveló que el “el coche ya está vendido” y que “se pidió por él 1,25 millones de libras esterlinas (1,7 millones de dólares) y nos acercamos a eso”. Desde ya no dio el nombre del comprador.

El monoposto participó en diversas ediciones del Festival de la Velocidad de Goodwood, el más importante del mundo de clásicos de autos y motos. También este año corrió en Donington Park en el Masters Historic Race, que son carreras de autos históricos de F1.

Sobre el mantenimiento del auto, informó que “tuvo el cuidado de un equipo que se especializa en correr y restaurar autos de F1 llamado CGA Engineering, que también construyeron un Tyrrell P34 (un F1 de 6 ruedas que corrió entre 1976 y 1977).

En julio el coche fue manejado por Mick Schumacher en Silverstone (el mismo circuito donde su padre probó por primera vez) y sobre ese impacto emotivo, contó que “¡Fue un día genial! Parecía disfrutar conduciéndolo y era muy bueno, seguro y profesional, como cabría esperar ¡Incluso fue el primer coche de carrera que condujo con una caja de cambios manual!”

Michael Schumacher, que sigue luchando por su vida, le debe haber contado cientos de historias a su hijo Mick sobre aquel Jordan 191. Pero nada debió ser tan fuerte como ponerse al volante del auto con el que su padre corrió su primera carrera, hace ya 30 años.

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