El presidente de la Federación Islandesa de Fútbol (KSI) dimitió después de que dos mujeres acusasen a un jugador de la selección nacional de haberlas acosado sexualmente en 2017 y de que una de ellas acusase asimismo a la federación de haber tratado de comprar su silencio.
El viernes, Thórhildur Gyda Arnarsdóttir, de 25 años, afirmó a la televisión pública RUV que denunció haber sido víctima de violencia y acoso sexual por parte de un miembro de la selección nacional en una fiesta en la capital, Reikiavik, en septiembre 2017.
La mujer indicó que el jugador reconoció los hechos, se disculpó y le ofreció una suma de dinero.
Según Arnarsdóttir, otra mujer habría denunciado también al mismo jugador por una agresión sexual cometida la misma noche.
La joven afirmó además que conoce al menos a otros seis jugadores implicados en casos de agresiones sexuales.
Después de varias reuniones de urgencia durante el fin de semana, el presidente de la federación Gudni Bergsson, dimitió el domingo y la federación admitió en un comunicado que no gestionó la situación de manera correcta.
“Queridas víctimas, nosotros os creemos y os pedimos perdón. Somos conscientes de que nosotros (…) os hemos dejado caer y tenemos la intención de mejorar”, escribió el consejo directivo.
Según el testimonio de la joven, un abogado que representa a la federación le pidió si estaba dispuesta a recibir una compensación económica –cuyo montante no fue precisado– a cambio de su silencio, que ella rechazó.
Una acusación que sin embargo la federación rechaza.
La mujer no reveló el nombre del futbolista en cuestión pero según varios medios islandeses se trataría del internacional Kolbeinn Sigthorsson, que militó entre otros en el Ajax de Ámsterdam y en el Nantes.
Sin confirmar esta información, la federación de fútbol anunció el domingo que el delantero, inicialmente convocado, no estará finalmente en los partidos ante Rumanía, Macedonia del Norte y Alemania.
AFP