En diversas ocasiones es posible que se vendan o intercambien dispositivos tecnológicos, ya sean computadores, tablets o celulares, en esos aparatos puede que se queden varios archivos personales que pueden abarcar todo tipo de cosas: Desde cartas y dibujos en Paint hasta documentos personales de bastante valor como contratos o facturas.
Si bien en la mayoría de ocasiones es posible que esos datos sean los primeros en borrarse, y sean de poco interés para otra persona, hay expertos que creen que lo más recomendable es no arriesgarse y eliminar cualquier rastro de quien fue el usuario previamente o, al menos, sus documentos importantes.
Muchos creen que bastaría con eliminar los archivos y, algunas personas más versadas en técnicas informáticas optarán hasta por formatear, pero a pesar de tomar estas medidas, es posible que los datos se puedan recuperar si así se busca, ya que el computador deja pequeños rastros de aquellos documentos o programas que alguna vez hicieron parte de sus compartimientos digitales.
Si eres de aquellas personas obsesionadas con la seguridad digital y no dejar huella, o simplemente quieres asegurarte de que el dispositivo que vas a vender no tenga rastro alguno de su uso, entonces es necesario que conozcas un detalle en específico que se asegurará de que el aparato en cuestión parezca casi completamente como nuevo.
Existen dos métodos principales para deshacerse por completo de la información en un dispositivo. El primero es un poco extremo, pero posiblemente sea el más conocido por aquellos que lleven bastante tiempo trabajando con máquinas electrónicas. Se trata de la desmagnetización.
Lo que sucede con la desmagnetización es que es una modificación física del objeto electrónico, principalmente, unidades de almacenamiento tales como discos duros o los antiguos disquetes. La forma en que funciona esto es que cuando estos objetos son expuestos a un potente campo magnético, sus dominios magnéticos en los que almacenan la información son físicamente alterados, lo que los hace virtualmente irrecuperables.
Esta opción de la desmagnetización, es más bien un posible peligro que es mejor evitar pues, no solo eliminará por completo los datos del dispositivo, sino que es posible que se encargue de causar un daño irreversible a la máquina y será imposible usarla a menos de que se cambien los componentes, acto que al final será bastante similar al hecho de comprarse un aparato nuevo de fábrica.
El segundo método, y más recomendable, es la sobreescritura de datos. A la hora de eliminar un archivo, aún quedan rastros del mismo en la ubicación que previamente lo alojó. Un ejercicio útil para visualizar algo similar se da en los computadores al eliminar un archivo, pues este primero se irá a la papelera de reciclaje y desde allí será necesario vaciarla para que en realidad desaparezca.
Lo que sucede con los computadores y sus discos duros es que esos rastros que dejan los archivos son bastante difíciles de eliminar por si solos, así que la única opción válida y realizable es sobrescribir en el espacio en el que alguna vez existieron, así se irá renovando la información hasta que no quede huella alguna de lo que hubo ahí.
Los expertos afirman que es necesario hacer el proceso hasta 100 veces para que la información desaparezca por completo. Lo recomendable en este caso es reemplazar los datos eliminados con varios archivos de peso considerable y repetir el proceso cuantas veces se quiera hasta quedar tranquilo.
En el caso de los móviles, debido a que su contenido está cifrado, la solución es mucho más sencilla, pues solo bastará con restaurarlo a su estado de fábrica y, de esa forma, desaparecerá toda la información junto a su rastro. Cabe aclarar que estos datos también sirven como advertencia para aquellos que no quieran deshacerse de la información que tienen pues, aunque difícil, no es imposible que caigan en uno de estos métodos por accidente.