El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, conversará este miércoles desde Alemania con sus aliados de 20 países sobre la situación en Afganistán después del anuncio del nuevo gobierno de los talibanes.
El jefe de la diplomacia estadounidense llegó a Alemania procedente de Catar, donde visitó el principal centro de tránsito de refugiados afganos.
En el país europeo visitará la base aérea norteamericana de Ramstein, por donde transitan también miles de evacuados de Afganistán.
En Ramstein, Blinken se reunirá con el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, antes de esta reunión virtual con otros ministros.
Estados Unidos desea incrementar los llamamientos internacionales para que los talibanes respeten su compromiso de permitir la salida de ciudadanos que quieran marcharse de Afganistán.
Las conversaciones podrían servir para coordinar una respuesta ante el gobierno interino anunciado el martes, formado por talibanes de línea dura, todos ellos hombres, y entre ellos un ministro de Interior buscado por Estados Unidos por terrorismo.
“Queremos obrar conjuntamente y de manera coordinada en la siguiente fase, sobre todo en todo lo referente a las relaciones con los nuevos dirigentes” de Afganistán, dijo el ministro alemán en un comunicado este miércoles.
“Queremos ver cómo lograr una manera de actuar común frente a los talibanes que también sirva a nuestros intereses: el respeto de los derechos humanos fundamentales, el mantenimiento de las vías de salida del país, el acceso humanitario y la lucha contra los grupos terroristas como Al Qaida y el Estado Islámico”, prosiguió Maas.
Estados Unidos dijo que le “preocupa” la formación de este nuevo gobierno, pero que lo juzgará por sus acciones. Por ahora descarta cualquier reconocimiento de este ejecutivo.
Aliados cercanos de Washington han criticado la forma en que el presidente Joe Biden concluyó la guerra de 20 años en Afganistán ya que, en cuanto la salida de las tropas extranjeras se fue concretando, el avance talibán ganó velocidad y en pocos días controlaban casi todo el país y depusieron al gobierno afgano.
Maas también quiere insistir en la crisis humanitaria que vive Afganistán, país que sufre “la falta de alimentos debido a la sequía” y la paralización “de la ayuda internacional de la que dependen muchas personas”.
“Estamos dispuestos a suministrar ayuda humanitaria con la mediación de la ONU y seguiremos dialogando con los talibanes, aunque solo sea para permitir a las personas que están bajo nuestra responsabilidad que salgan del país”, dijo, subrayando que “cualquier compromiso posterior dependerá del comportamiento de los talibanes”.
“El anuncio de un gobierno de transición en el que no participan otros grupos y la violencia contra manifestantes y periodistas en Kabul no nos hacen ser optimistas al respecto”, concluyó Maas.
AFP