No es nada nuevo lo que ha pretendido hacer este martes el régimen de Nicolás Maduro. El anunció de Jorge Rodríguez sobre la intención de incorporar al empresario colombiano Álex Saab como miembro de la delegación negociadora en México, para intentar evitar su extradición de Cabo Verde a Estados Unidos, ya lo habían hecho las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2012.
Durante los diálogos en La Habana, también con la mediación de Noruega, las FARC se presentaron con una imagen de cartón del guerrillero Simón Trinidad y pidieron al entonces presidente estadounidense, Barack Obama, su liberación para que se incorporara a las negociaciones de paz.
“Inmenso aporte a la paz de Colombia haría el Gobierno de Estados Unidos con ese gesto de humanidad”, dijo el guerrillero Rodrigo Granda al leer un comunicado pidiendo la liberación de su compañero.
Simpon Trinidad, cuyo verdadero nombre es Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda, fue detenido en 2004 en Ecuador, y tras ser enviado a Colombia, ese mismo año fue extraditado a Estados Unidos, donde fue condenado a 60 años de prisión por participar en el secuestro de tres estadounidenses en 2003.