Cuando en una relación de pareja tenemos un problema o estamos atravesando un conflicto con el que uno de los dos o ambos no se sienten bien, solo hay un camino para llegar de nuevo al entendimiento, la cohesión y la paz: el camino de la comunicación y la demostración.
Por abc.es
Los problemas hay que hablarlos para que ambos sintamos que la otra persona nos entiende y para lograr entenderla, y luego hay que demostrar, con hechos, que lo hemos comprendido, que lo respetamos y que no queremos que sufra por lo que trataremos de evitar todo lo que pueda llevar la situación a ese punto.
No obstante, es cierto que hay parejas que se saltan estos pasos y tratan de solucionar los problemas en la cama. Está claro que la parte sexual en la relación es el momento de máxima intimidad, de cercanía y de unión a otro nivel. Se trata de algo exclusivo que tenemos con la pareja y no con los demás. Pero, ¿funciona realmente como herramienta para estar y sentirnos mejor?
La experiencia nos demuestra en qué casos fusiona y en qué casos no y creo que va bien aprender a diferenciarlos para que podamos hacer mejor las cosas y que la relación sea mucho más placentera.
¿En qué casos el sexo no funciona como elemento de cohesión?
El sexo no es una buena opción para crear un acercamiento con la otra persona cuando hay un problema entre nosotros. Puede ser un enfado, una decepción, una traición o no ser capaz de ponerse de acuerdo en una decisión muy importante.
En estos casos, el sexo puede incluso hacer sentir mal o no respetada a la otra persona (si está molesta). La parte emocional está totalmente vinculada a la sexual y si uno no está tranquilo, relajado y a gusto, es mejor no forzarlo.
¿En qué casos el sexo sí funciona como elemento de cohesión?
El sexo puede ser un fantástico elemento de cohesión cuando el problema que tenemos es ajeno a la propia relación o a los sentimientos que tiene uno de los dos por el otro.
Si estamos atravesando un momento difícil o complicado por algo externo, mantener el vínculo sexual activo nos ayudará a sentir que estamos juntos en esto, que podemos hacer frente a cualquier revés de la vida, nos recordará que somos cómplices, amigos y amantes, que nos cuidamos y nos queremos. Y eso, está claro, reforzará aún más nuestra relación.
Por lo tanto, si tenemos un problema entre nosotros debido a una falta de entendimiento, de aceptación o de comprensión del uno al otro, primero debemos tratar de resolverlo a través de la comunicación y luego, con los actos, demostrar que eso nos importa y que lo tenemos en cuenta. Si logramos llegar a este punto, será maravilloso acabar de cerrar esa dificultad y sentirnos de nuevo unidos, a través del sexo.
Y por otro lado, si a pesar de tener problemas ajenos a la relación tratamos de mantenernos unidos tanto a nivel afectivo como sexual seguro que las dificultades ser harán mucho más llevaderas.