La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) acogió con “alegría” la atribución el viernes del Nobel de la Paz a dos periodistas, la filipina Maria Ressa y el ruso Dmitri Muratov, un galardón que supone “una señal poderosa, una llamada a la acción”.
“En estos momentos dominan dos sentimientos: la alegría y la urgencia” declaró Christophe Deloire, secretario general de RSF, ante periodistas en la sede de la organización en París.
“Alegría porque es un mensaje maravilloso y poderoso en favor del periodismo. Un hermoso homenaje a dos periodistas (…) que representan al conjunto de periodistas en el planeta, que asumen riesgos para favorecer el derecho a la información”.
“Y luego un sentimiento de urgencia porque el periodismo se ha fragilizado, porque el periodismo está siendo atacado, porque las democracias también, porque la desinformación y los rumores fragilizan tanto al periodismo como a las democracias y que llegó el momento de actuar”, añadió. AFP