Los delincuentes en los últimos meses juntan la profanación de urnas por búsqueda de prendas de valor con la extracción de hierro, que terminan negociando en chatarreras. Es la realidad que atraviesan los cementerios Nuevo y Bella Vista, ante la falta de seguridad en estos camposantos de Barquisimeto. Así lo reseñó La Prensa Lara.
La denuncia de Ana Castillo, quien tiene varios familiares sepultados allí, de ver a hombres que pasan con una carrucha llena de hierro es confirmada por una fuente interna del Cementerio Nuevo, quien ratifica que ni siquiera se salvan las capillitas de los panteones. Incluso, se llevan las rejillas que permitían a los dolientes dejar una vela encendida ante el alma de sus deudos. Es tan difícil la situación, que se encuentran sellando toda la cerca perimetral en bloque y concreto armado, para no dejar espacios metálicos que son atractivos para los sujetos que aprovechan de sustraer este tipo de material.
Dicho funcionario confirmó que una cuadrilla se encuentra en desmalezamiento de la entrada principal, pero sufren por déficit de personal, al punto que de unos 70 obreros que contaban no llegan a 30 en la actualidad por la pandemia por covid-19. También señaló que a falta de capacidad, se encuentran ubicando algunas calles de tierra, cuyos accesos no son transitados y así continuar ubicando más fosas. Recuerda que en el primer semestre de 2021 tuvieron alrededor de 1.700 difuntos.
Desde la Asociación Civil de Camposantos, Nelson Fréitez, reitera que antes de la pandemia se conocían de más de 200 profanaciones de tumbas ante la falta de vigilancia y el saqueo por prendas de valor, además de ciertos casos que estaban ligados a rituales de espiritismos.
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