Laura Cortés perdió a su padre el pasado mes de mayo. Falleció en el Hospital Universitario de Maracaibo, denominado por el régimen como “Hospital Centinela” en la región para atender los casos de Covid-19.
Corresponsalía La Patilla
Su padre ingresó un domingo al centro de salud. Permaneció en el área de emergencia hasta el día de su muerte, presentando una saturación de oxígeno de 65%. Solo tenía un pulmón y padecía de fibrosis pulmonar. Por esta condición, ameritaba su reclusión en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), pero siempre estuvo en una silla, ya que en la emergencia no había camillas. Murió registrando una saturación de 20%.
“Unos pacientes estaban en el piso sobre unos cartones. Los médicos no podían atender a las decenas de personas que estaban en la emergencia. Cada familiar debía cuidar a su enfermo. Cuando llegaban las bombonas de oxígeno, no todos recibían ese beneficio. De mis ojos se perdían el número de enfermos en los pasillos y en la emergencia del universitario, rogando por un poco de oxígeno para poder respirar”, rememoró Cortés.
La joven describe lo vivido durante esos tres días como una película de terror. “Todo era un corre corre para obtener las medicinas, buscar dinero, una cama, ni hablar de la insalubridad y el desespero de los enfermos y los familiares. No había calidad en la atención, tampoco insumos médicos ni agua”.
Cortés dijo que cada paso que dio en el hospital está marcado en su memoria: enfermos en el piso, familiares brindado los primeros auxilios y otros llorando por la impotencia, pues no sabían dónde estaban los cuerpos sin vida de sus familiares. Relató que debían pagar de 60 dólares a 100 dólares para poder retirar el cadáver de su ser querido. Advirtió que “hicieron un comercio de eso” ante la mirada complaciente de las autoridades.
Otro caso es el de la familia Díaz. La tía de Luis Díaz murió en el hospital universitario por Covid-19. Relató que gracias a sus amistades no tuvo que pasar por la pesadilla de muchas familias zulianas de esperar una semana o más para que fuera entregado el cadáver de su familiar en total estado de descomposición, y lo peor, pagando para recibir el cuerpo.
“Trabajé hace años en una funeraria. Gracias a eso el cuerpo de mi tía fue entregado al siguiente día de su deceso, no pagué, pero sí vi el dolor, el desespero y la indignación de muchas familias que no tenían ni contactos ni dinero para poder obtener el cuerpo de su familiar. El olor fétido estaba en todo el hospital universitario”, comentó Díaz.
Datos sospechosos
El régimen de Nicolás Maduro anunció que 50% de la población venezolana ya está vacunada contra el Covid-19, aunque no especificó estadísticas de cuántos ciudadanos tienen la primera dosis y cuántos la segunda dosis. Este anuncio se produce a días de la entrada en vigencia de un “semáforo” para ingresar a lugares de esparcimiento y disfrute.
En contraposición, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó que solo el 21.5% de los venezolanos han sido vacunados, lo que equivale a 6.190.629 personas. Las autoridades de la OPS especificaron que 9.398.000 vacunas han ingresado al país, y no 29.000.000 como lo anuncian los voceros del régimen.
En la región zuliana, la jornada de vacunación se inició en febrero de 2021 (solo para un grupo privilegiado, altos funcionarios de la gobernación y las alcaldías, y sus familiares). Los dolientes de las víctimas mortales del Covid-19 lamentan que sus seres queridos murieran por no ser vacunados a tiempo. Para el resto de la población, la inmunización comenzó el pasado mes de junio. Los seleccionados recibían un mensaje a través de la Plataforma Patria.
Otros ciudadanos ante el temor y la pérdida de amigos, vecinos y familiares cancelaban hasta 100 dólares a funcionarios de gobierno regional o relacionados con el sector salud para recibir el beneficio de la vacuna. Quien no podía pagar el monto, debía esperar por un mensaje de texto.
En mayo de 2021, la región fue calificada como “mortal” por los mismos ciudadanos. Solo en la semana del 17 al 23 de mayo se registraron 1.498 casos, según los datos del propio régimen chavista. Un empleado público de un registro civil en Maracaibo que pidió mantenerse en el anonimato, advirtió para La Patilla que las cifras de muertes por la pandemia “son maquilladas y ocultadas por instrucciones del régimen nacional y regional”.
“Aun sabiendo que la persona falleció de Covid-19, deben colocar en las actas de defunción que la muerte fue ocasionada por otra patología. No podemos escribir Covid-19, está prohibido. Sugieren otras opciones como neumonía, paro respiratorio o asfixia. La intención es no engrosar las cifras”, reveló el trabajador público.
Casa por hospital
El Colegio de Médicos del estado Zulia aseveró que las cifras mortales por coronavirus no son reales, ni son manejadas por el ente competente que es la Dirección General de Epidemiología del Ministerio de Salud. En una encuesta aplicada a través de las redes sociales por el gremio médico, su pudo conocer que el 75% de los pacientes que padecieron de Covid-19 durante el primer semestre de 2021 fueron tratados en su domicilio. En cada familia encuestada, dos o tres miembros estaban contagiados.
“Este gobierno hizo que las casas se convirtieran en un hospital. Violaron el derecho humano y constitucional a la salud y a la vida. Los hospitales no tienen agua ni energía eléctrica estable, mucho menos insumos médicos. No hay Rayos X no hay nada. Por eso los familiares lucharon por salvar la vida de sus seres queridos desde casa. Nicolás Maduro y Omar Prieto mataron de mengua a muchos zulianos”, sentenció Dianella Parra, presidenta del Colegio de Médicos del estado Zulia.
Para Parra es preocupante el rebrote de casos en Caracas y en el Zulia. Calificó como una irresponsabilidad del régimen querer que todo vuelva a la normalidad este próximo 25 de octubre. Para la gremialista la realidad es que “al régimen no le importa el pueblo”.
Cifras negras
Lamentablemente en el Zulia 160 médicos han muerto por Covid-19, de los cuales el 85% estaba en pleno ejercicio de su profesión. Según informó el Colegio de Médicos de la entidad, la carencia de insumos de bioseguridad influye en la alta mortalidad de los contagiados. Parra denunció además que la Dirección de Epidemiología no ejerza sus funciones. “Como es posible que se permita a una señora que ni es médico para llevar a su antojo las estadísticas de la pandemia”.
La ONG Médicos Unidos expresó su preocupación debido a que otros 13 trabajadores de la salud fallecieron entre el 2 de octubre y el 14 de octubre a causa del Covid-19, con lo que el total de decesos en este sector debido al coronavirus llegó a 769 en todo el país.
Manifestaron su preocupación por que el personal de la salud sigue laborando sin la protección necesaria ni las medidas de bioseguridad. De acuerdo con los datos publicados por el régimen, Venezuela acumula un total de 4.681 fallecidos y 388.743 casos desde que se inició la pandemia, cifras que todos los gremios de salud califican de falsas.
Sin derecho a la salud
Para la presidenta del Colegio de Enfermeras del Zulia, Hania Salazar, la situación de las agremiadas es indignante. Informó que las peticiones ante la Gobernación del Zulia para garantizar las condiciones de trabajo y las medidas de bioseguridad, no fueron concedidas. “Es lamentable que siempre esté lo político sobre lo legal y los derechos humanos”, denunció.
“Para las enfermas venezolanas no hay transporte ni implementos de bioseguridad para ejercer sus funciones, pero para los médicos cubanos sí”. Denunció que ellos tienen un área de “confort, descanso, comidas, bonos y atención”, denunció Hania Salazar.
Así mismo dijo que 68 enfermeras murieron en el Zulia por Covid-19, de las cuales el 85% estuvo en ejercicio de sus funciones, aun cuando recibían salarios insuficientes y presentaban agotamiento físico. Se contagiaron por cumplir con sus responsabilidades.
Salazar afirmó que es violado el derecho humano de todos los ciudadanos y de los trabajadores de la salud “por este gobierno que no brinda los insumos necesarios para la atención de los enfermos”. Denunció que el segundo hospital centinela del Zulia, ubicado en el municipio Colón, colapsó en el primer semestre de este año, porque no había oxígeno ni agua para la atención primaria.
Otra ola de contagios
Los voceros del Colegio de Médicos en la región señalaron que el regreso a la normalidad como pretende el régimen sin asumir responsabilidades ni desarrollar una campaña de prevención e información, será letal para la sociedad.
“El virus no tiene rostro, no se presenta, está alrededor de todos. El volver a clases sin dotar de tapabocas, agua, alcohol y antibacterial es exponer a toda la comunidad educativa. Deben ser conscientes y responsables”, alertó Dianella Parra.
Denunció que las cifras reales de mortalidad por Covid-19 no son reales. Es un total engaño lo que informa Delcy Rodríguez. Denunció que pretenden obligar a los médicos a mentir y que solo se puede colocar que murió de Covid-19 si la prueba PCR da positiva y los resultados se emiten antes del deceso. De lo contrario, deben colocar patologías asociadas.
“Es evidente el comercio de parte del gobierno del Zulia por el Covid-19. Ningún ciudadano puede acceder a una prueba PCR en un hospital y menos obtener los resultados en un tiempo prudente. Pero qué curioso que si pagas los 60 dólares en el aeropuerto internacional La Chinita, se obtienen los resultados en tiempo récord. Pena debería de darles de cómo juegan con la salud,” señaló Parra.
El diputado de la legítima Asamblea Nacional, Juan Carlos Velazco, quien también es médico, señaló que la crisis económica y la pandemia del coronavirus ha obligado a más de 26.000 médicos emigraran a otras latitudes. “En Venezuela lamentablemente no hay condiciones de bioseguridad para el gremio de la salud, al régimen no le interesa. Su propósito con la pandemia es opacar las cifras para hacer creer que hay un control y es falso”, señaló Velazco.
El parlamentario enfatizó que en la actualidad la situación se agudiza debido al repunte de los casos se contagios, más la etapa post-covid de quienes padecieron de la enfermedad y que hoy presentan complicaciones típicas del virus.
“Las emergencias de los hospitales zulianos siguen desabastecidas de los más elementales recursos que permitan a los médicos realizar sus actividades para salvar vidas, que muchas veces se pierden porque no se tienen a mano los equipos y medicamentos apropiados. En la mayoría de los hospitales del Zulia persisten los problemas de infraestructura que inciden en el buen trabajo que debe desarrollar un médico. No se cuenta ni con agua potable, problemas con el funcionamiento de los ascensores, problemas de tipo eléctrico y otros que no tienen ninguna razón de ser y solo son posibles por la desidia característica de este régimen”, denunció Velazco.
Las autoridades médicas ante la desidia y falta de atención e interés del régimen ante la pandemia, recomiendan vacunarse, seguir usando las mascarillas quirúrgicas, lavar las manos con frecuencia y hacer gárgaras con antisépticos. Aplicar todas estas medidas de prevención podría salvar las vidas de quienes no cuentan con los recursos para afrontar un contagio con Covid-19.