Un empresario que, según los fiscales, fue un importante conducto de corrupción por parte del círculo íntimo de Nicolás Maduro, apareció por primera vez en un tribunal federal de Miami el lunes después de una extradición el fin de semana que ha tensado aún más las relaciones entre Estados Unidos y el gobierno socialista de Venezuela.
De acuerdo con lo reseñado por THE WASHINGTON POST, las piernas de Alex Saab temblaban nerviosamente mientras estaba sentado mientras esperaba, esposado y con un mono naranja, el inicio de la audiencia, que tuvo lugar a través de Zoom con más de 350 periodistas, atónitos opositores de Maduro y miembros de la familia de Saab presentes.
La extradición de Saab a Estados Unidos desde Cabo Verde, donde fue arrestado hace 16 meses, ya ha rebotado por todas partes.
Solo unas horas después que Saab fuera colocado en un avión del Departamento de Justicia el sábado, el régimen de Maduro suspendió las negociaciones con la oposición venezolana respaldada por Estados Unidos.
También devolvió a la cárcel a seis ejecutivos petroleros estadounidenses a los que acusa de corrupción. Habían estado bajo arresto domiciliario en otro caso de carga política marcado por denuncias de detención indebida.
El régimen de Maduro ha calificado a Saab de enviado diplomático y no ha escatimado esfuerzos para liberar al empresario de origen colombiano, que fue arrestado por una orden de Estados Unidos en el archipiélago africano mientras hacía una parada de combustible en el camino a Irán.
El lunes se le unió su aliado Rusia, cuyo embajador en Caracas tuiteó su “protesta más enérgica y categórica contra el secuestro” de Saab.
Saab, de 49 años, enarcó las cejas pobladas, pero se mantuvo en gran parte en silencio cuando el juez magistrado John O’Sullivan, a través de un intérprete, le informó que estaba siendo acusado de ocho cargos de lavado de dinero.
El juez fijó otra audiencia en dos semanas en la que Saab tendrá la oportunidad de declararse culpable.
Saab, fue acusado en 2019 de cargos de lavado de dinero por presuntamente sobornar a funcionarios venezolanos y falsificar documentos de importación para embolsarse más de $ 350 millones de un proyecto de vivienda para personas de bajos ingresos.
El mismo día de su acusación, el gobierno de Trump lo sancionó por presuntamente utilizar una red de empresas fantasmas que se extienden por todo el mundo (Turquía, Hong Kong, México y los Emiratos Árabes Unidos) para ocultar las ganancias inesperadas de los contratos de alimentos sobrevaluados.
Con información de The Washington Post // Traducción libre al castellano por lapatilla.com