Crece la presión hospitalaria en Reino Unido. Con casi 50.000 casos diarios, 1.000 hospitalizaciones al día y una incidencia de 600 casos por cada 100.000 habitantes, el país británico registra sus peores cifras de coronavirus de los últimos tres meses. Solo en la jornada del lunes, 223 personas murieron a causa de la Covid, el dato más elevado desde marzo. Y todo esto sumido en un escenario complicado, con retrasos en la administración de la tercera dosis y la amenaza de que la nueva ola coincida con la temporada de gripe en invierno.
GUILLERMO AZAOLA // 20 MINUTOS
Por eso, este miércoles el ministro de sanidad británico, Sajid Javid, ha recordado ante los medios que “la pandemia no ha acabado” y que los nuevos casos diarios podrían llegar hasta los 100.000. Pese a todo, preguntado sobre la posibilidad de recuperar las restricciones, Javid ha aclarado que las vacunas están funcionando y que “en este momento” Reino Unido no necesita implementar el “Plan B”.
“No” al Plan B
Así, el Gobierno británico sigue confiando en su Plan A: la vacunación. De momento, el 78,9% de los mayores de 12 años ha recibido la pauta completa. Entre los menores de 12 a 15 años, en cambio, la inmunización comenzó el pasado 20 de septiembre y solo ha recibido la primera dosis el 15% de este colectivo.
Para la a Confederación de la Sanidad Pública (NHS, por sus siglas en inglés) esto no es suficiente para contener la propagación del virus e insiste su propuesta: implantar el Plan B. Consiste en volver a hacer obligatorio el uso de mascarillas en el transporte público y espacios cerrados. La idea, junto a la recomendación del teletrabajo, ya circula dentro del SAGE, el comité de expertos que asesora al Gobierno en estos asuntos y que hasta hace poco arrastraba los pies ante la opción de restablecer las medidas.
Una variante más contagiosa
Muchos expertos atribuyen la responsabilidad del repunte a la nueva variante “AY.4.2”. Descendiente de la variante Delta, este nuevo linaje del SARS-CoV-2 podría ser entre un 10 y 15% más transmisible que su antecesora y el doble de contagiosa que la variante original. De hecho, a falta de confirmarse, el nuevo virus podría estar detrás del 10% de los casos registrados.
Aunque el caso puede parecer casi idéntico al que vivimos hace solo unos meses con la variante Delta, el experto François Balloux no ha tardado en señalar las enormes diferencias entre ambas mutaciones. En una entrevista para Financial Times (FT), el director del Instituto de Genética del University College London, ha asegurado que su prevalencia, a pesar de estar en aumento, no crece con tanta celeridad como el virus que viajó de la India a Reino Unido.
En el resto de Europa
Mientras, hace tan solo unas semanas la cifra de contagios caía en picado en casi toda Europa, la OMS ha reportado un ascenso del 7% de los contagios en los últimos 7 días. En su evaluación semanal global sobre la pandemia, la agencia de salud de las Naciones Unidas notificó alrededor de 1.3 millones de contagios en el viejo continente, siendo 2.7 millones los casos registrados a nivel global.
Si el caso de Reino Unido preocupa, la situación de Rusia es aún peor. El país soviético superó la barrera de los 1.000 muertos durante el fin de semana, empeorando esa cifra el martes y miércoles respectivamente. En el último recuento, las autoridades rusas han anunciado un nuevo máximo diario de 1.025 y fallecidos 34.073 contagios. No obstante, a pesar de ser el país con más decesos de Europa (cerca de 225.000), la campaña de vacunación solo ha logrado inmunizar al 32% de la población.
Y ante la ola de rebrotes, los gobiernos se ven obligados a traer de vuelta viejas restricciones. El caso más extremo es el de Letonia, cuyo gobierno no ha dudado en atajar el problema decretando un confinamiento de cuatro semanas a partir del 21 de octubre. El país de la región báltica impugna un nuevo toque de queda, comprendido desde las 20 hasta las 05 de la mañana. Además, también prohibirán las reuniones y cancelarán todos los eventos de entretenimiento, deportivos y culturales serán cancelados.
Las medidas no parecen tan severas si se tiene en cuenta que Letonia ha registrado en las últimas fechas la mayor incidencia de COVID-19 en el mundo, ascendiendo este lunes el número de casos de COVID-19 por cada 100.000 habitantes a 1.226,4.