Las autoridades del condado de Santa Fe, en el estado de Nuevo México (EE.UU.), investigan si la falta de supervisión de la pistola por parte de la armera de la producción y el asistente de dirección causaron el accidente en el que Alec Baldwin mató a la directora de fotografía Halyna Hutchins.
Las declaraciones de miembros del equipo que trabajaban en el rodaje de “Rust”, un “western” producido y protagonizado por Baldwin, describen un ambiente de trabajo precario en el que las protestas se amontonaban y, supuestamente, no se seguían los protocolos de seguridad de manera estricta.
Según la declaración jurada de Baldwin y el director del filme, Joel Souza, en poder del tribunal del condado de Santa Fe, el asistente de dirección, Dave Halls, entregó la pistola a Baldwin al grito de “pistola fría”, que en la jerga de Hollywood se refiere a un arma sin munición.
EL TRANSCURSO DE LOS HECHOS: TRES PERSONAS MANEJARON EL ARMA
Tras recibir el arma, Baldwin disparó apuntando al objetivo de la cámara que manejaba Hutchins, sin saber que contenía balas reales en lugar de un cartucho de fogueo.
Sin embargo, y a pesar de que Halls era el responsable de entregar la pistola al actor, la producción contaba con una armera profesional que debía supervisar todas las armas presentes en el rodaje.
La investigación se centra ahora en Hannah Gutierrez Reed, una joven de 24 años que trabajaba en su segunda película como armera y que en esa jornada de rodaje tenía tres pistolas a su cargo, una cantidad mayor a la habitual por los protocolos sanitarios contra la covid-19.
Según el transcurso de los hechos, el equipo estuvo preparando la filmación de la escena en la mañana del jueves, aunque salieron del plató para almorzar en torno al mediodía.
Durante esa preparación, la armera dejó tres pistolas de utilería en un coche aparcado fuera de la iglesia del Rancho de Bonanza Creek.
El director del rodaje contó a las autoridades que desconocía si volvieron a revisarse las armas al regresar del descanso.
Fue en ese momento cuando Baldwin se dispuso a practicar la escena y al apretar el gatillo disparó a Hutchins en el estómago e hirió en el hombro a Souza, que se encontraba detrás de ella.
UNA PRODUCCIÓN DE BAJO PRESUPUESTO CON QUEJAS PREVIAS
Aunque de momento la oficina del Sheriff no ha presentado cargos, su personal está inspeccionando el plató y tampoco descarta la posibilidad de que alguien del equipo trajera su propia munición.
Desde que sucedió la tragedia se han ido conociendo más detalles de las condiciones del rodaje, descrito como precario e inseguro por varios empleados incluso días antes del accidente.
Según Los Ángeles Times, media docena de asistentes y operadores de cámara dimitieron en bloque el día del fatal accidente en protesta por las condiciones de alojamiento y una escasa retribución.
Dos días antes, Lane Luper, un asistente de cámara, describió el tenso ambiente a través de una serie de comentarios de Facebook revisados por Efe.
“En este momento, estoy luchando para que mi equipo tnga habitaciones de hotel. (…) O dicen que no o nos ofrecen un motel basura junto a la carretera que se utiliza como refugio para mendigos”, escribió el técnico en los comentarios de un vídeo en el que salía Baldwin.
Asimismo, el jefe de electricidad del rodaje, Serge Svetnoy, acusó a los productores del filme de abaratar costes y poner en peligro la seguridad del equipo.
“Para ahorrar un centavo, a veces, se contrata a personas que no están completamente cualificadas para el trabajo complicado y peligroso, y se arriesga la vida de las otras personas cercanas”, señaló en una publicación de Facebook este domingo.
CONMOCIÓN EN HOLLYWOOD
El caso ha reabierto el debate por las medidas de seguridad en Hollywood.
IATSE (siglas en inglés de Alianza Internacional de Empleados de la Escena), el principal sindicato de la industria audiovisual, ha levantado un altar en honor a Hutchins en su sede de Burbank, localidad a unos 20 minutos de Hollywood que concentra los estudios de Disney y Warner Bros.
“Me temo que también estamos reunidos con algo de frustración y un poco de ira. (…) Con demasiada frecuencia la prisa por completar las producciones pone la seguridad en un segundo plano”, dijo su vicepresidente Michael Miller.
EFE