El empate con el Alavés de este sábado en el Camp Nou finalizó una semana fatídica para el Barça, en la que tan solo sumó uno de nueve puntos posibles en Liga, destituyó al entrenador Ronald Koeman y con 16 puntos en 11 jornadas completó su peor inicio en la competición doméstica desde el curso 2002-2003.
Entonces Louis Van Gaal estaba en el banquillo y Joan Gaspart en la presidencia y el conjunto azulgrana también sumó 16 puntos de 33 posibles. El Barça terminaría en sexta posición esa Liga, a 22 puntos del campeón, el Real Madrid. Fue la última vez que no se clasificó para disputar la Liga de Campeones la temporada siguiente.
Pero en algunos números el conjunto de Van Gaal hasta fue mejor que el Barça actual. Por ejemplo, en el registro de goles a favor y en contra. Entonces celebró 18 y encajó 12. En estas primeras 11 jornadas de la temporada 2021-2022 ha recibido los mismos tantos y ha marcado dos menos.
La derrota más abultada hace 19 años a estas alturas del curso fue un 3-0 ante el Betis (en la actual, un 2-0 ante el Atlético de Madrid), pero con algunos rivales tuvo mejores prestaciones que en el presente. Por ejemplo, consiguió empatar a cero el Clásico ante el Real Madrid en el Camp Nou (la semana pasada lo perdió por 1-2) y goleó al Alavés por 6-1.
El verano de 2003 llegaría Joan Laporta a la presidencia y la historia empezaría a cambiar de la mano de Ronaldinho y Frank Rijkaard, entre otros nombres ilustres que se irían añadiendo y que conformarían el mejor Barça de la historia y uno de los conjuntos más brillantes que se han visto en la historia del fútbol.
Ahora es el mismo mandatario, en su segunda etapa al frente del club catalán, quien debe volver a remontar una situación parecida. La primera decisión drástica ante los malos resultados se tomó esta semana con la destitución de Ronald Koeman tras la derrota en Vallecas y la siguiente debe ser la contratación de Xavi Hernández, que sigue arreglando su desvinculación contractual con el Al Saad.
Aunque no será nada fácil darle la vuelta a la tortilla. La enfermería azulgrana no para de llenarse y ya son nueve sus integrantes antes del decisivo partido del martes ante el Dinamo de Kiev en la Liga de Campeones. Los últimos en caer fueron Sergio Agüero con un malestar torácico que le obligó a pasar la noche en el hospital para someterse a pruebas y Gerard Piqué, con una sobrecarga en el sóleo de la pierna derecha.
Por otro lado, la hornada de jóvenes, liderados por Nico González, Gavi y Eric García, aún necesita tiempo para hornearse en el más alto nivel a pesar del buen rendimiento que ya está dando y de las grandes expectativas de futuro que hay puestas en ellos. Sin ir más lejos, ante el Alavés los tres jugadores mencionados fueron los mejores jugadores del Barça, creando las mejores ocasiones de gol.
Mientras tanto, el Camp Nou asiste resignado a la avalancha de malos resultados de su equipo. Este hecho, junto con el puente, una jornada lluviosa y la excedencia pedida por parte de 26.238 socios abonados este curso, provocó que este sábado tan solo asistieran 37.278 espectadores, una cifra más típica de inicios de milenio en Can Barça.
EFE