Esta primera semana de clases presenciales en Venezuela deja cifras nada alentadoras para el sistema escolar público, pero positivas en el caso del sector privado, una muestra de los contrastes que vive la educación venezolana a causa de la crisis que se ha agudizado en los últimos cinco años. Así lo reseñó El Diario.
De acuerdo con la Unidad Democrática del Sector Educativo (UDSE), la asistencia de estudiantes en este retorno a las aulas estuvo por debajo del 30% que se registró en el comienzo del periodo 2019-2020.
Raquel Figueroa, coordinadora general de la UDSE, asegura que este arranque de año escolar fue un “inicio simulado, un simulacro”. A su juicio, el Estado quiso mostrar una realidad que no es tal, pues las condiciones del sector educativo son críticas.
El ausentismo escolar se sintió con más fuerza en zonas fronterizas como el estado Táchira, donde según el sindicato, apenas hubo una asistencia del 5%. Mientras, Caracas registró una asistencia de entre 20 y 25%.
En el caso de los docentes, 72,2 % de los planteles a nivel nacional no contaron con la asistencia completa de dicho personal. Una cifra “sumamente grave” según Figueroa y un aspecto que pudo corroborar el equipo de El Diario el lunes 25 de octubre durante un recorrido por instituciones públicas.
En planteles como el Liceo Bolivariano Pedro Emilio Coll, ubicado en la avenida Intercomunal de Coche, en Caracas, hay solo 25 profesores para una matrícula de 1.200 estudiantes. La situación llevó a la institución a designar orientadores para este regreso a clases, en lugar de docentes fijos para cada materia.
Falta de agua y ausencia del PAE
Otros ausentes en este regreso a clases en los planteles públicos fue el servicio de agua y el Programa de Alimentación Escolar (PAE), La UDSE dice que 95,6% de las instituciones no tenían agua por tubería. Raquel Figueroa afirma que esta situación llevó a las escuelas a desarrollar un plan con padres y representantes, el cual consistía en pedir que cada estudiante llevara una botella de agua y un jabón para lavarse las manos.
El equipo de El Diario pudo corroborar este punto en varios planteles. El lunes en el Liceo Fe y Alegría La Rinconada, ubicado en la parroquia Coche, no había agua, en los baños dispusieron de tobos para que los alumnos pudieran asearse.
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