Líderes de más de 120 naciones se reunieron este lunes en Glasgow bajo presión para “salvar a la humanidad” ante el desafío del cambio climático, en palabras del secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
La cumbre de Glasgow es previa a las decisivas negociaciones de la COP26, la conferencia sobre el clima de la ONU. Una cita que no puede permitirse fracasar, declaró dramáticamente el primer ministro británico y anfitrión, Boris Johnson.
“Es hora de decir basta”, lanzó Guterres al inicio del encuentro. “Basta de maltratar la biodiversidad. Basta de tratar la naturaleza como un retrete. Basta de quemar, perforar y minar a mayor profundidad. Estamos cavando nuestra propia tumba”, advirtió.
“Todas esas promesas no serán más que bla, bla, bla” y “la ira y la impaciencia del mundo serán incontenibles a menos que hagamos de esta COP26 el momento en que abordamos en serio el cambio climático”, afirmó por su parte Johnson.
La COP26 de Glasgow llega tras ser cancelada el año pasado a causa de la pandemia de covid-19. Su objetivo es desarrollar el Acuerdo de París de hace seis años, que fijó como gran objetivo limitar el calentamiento del planeta a +1,5 ºC.
Las medidas de seguridad son importantes ante la perspectiva de grandes manifestaciones, previstas para finales de la semana.
El estadounidense Joe Biden, que proclama el regreso de su país a las negociaciones sobre el clima, es el principal protagonista de una cumbre de dos días con grandes ausentes, como el chino Xi Jinping, presidente del mayor país emisor de gases contaminantes, el ruso Vladimir Putin y el turco Recep Tayyip Erdogan, que canceló a última hora.
El enviado especial estadounidense para el clima, John Kerry, reafirmó la determinación de actuar para “salir de Glasgow habiendo aumentado la ambición global de forma muy significativa”.
Pese a no asistir, el chino Xi Jinping transmitirá un mensaje por escrito a los asistentes.
El príncipe Carlos intervino en persona, en substitución de la reina Isabel II, de 95 años, que “guarda reposo” por consejo médico.
El príncipe llamó a las empresas a sumarse al esfuerzo mundial. “Necesitamos una amplia campaña de tipo militar para reunir la fuerza del sector privado mundial” que “dispone de billones” de dólares.
– “Territorio desconocido” –
De América Latina no acudieron ni el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ni el brasileño, Jair Bolsonaro, a pesar de que este último estuvo presente en la cumbre del G20, que culminó el domingo en Roma.
Otros países, como Ecuador, Colombia o Costa Rica, tienen previstos anuncios medioambientales o llevar la bandera de reivindicaciones de la región, en unas negociaciones largas, durante doce días, que acostumbran a ser duras y complejas.
La COP26 debe desarrollar los principales puntos del histórico Acuerdo de París de 2015, como el aumento de los compromisos de cada país para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la financiación de la lucha contra el cambio climático, o las reglas de transparencia y control mutuo.
Un total de 196 partes firmaron el Acuerdo de París con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura del planeta a +1,5 ºC.
Pero la realidad es que la Tierra se dirige a un aumento de 2,7 ºC, y con esas cifras, su clima, sus ecosistemas, entran en “territorio desconocido”, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
– Cincuenta gigatoneladas –
El mundo emite anualmente más de 50 gigatoneladas de gases de efecto invernadero, según cálculos de la ONU. Una gigatonelada representa 1.000 millones de toneladas.
“Nuestros estudios indican que se producirá un incremento de emisiones del 16% en 2030, cuando deberíamos registrar una reducción del 45%”, resumió la secretaria ejecutiva del órgano de la ONU para el cambio climático, la mexicana Patricia Espinosa.
Y aunque públicamente existe la conciencia de que esa situación debe cambiar, subsisten grandes interrogantes sobre el modelo energético alternativo.
Las previsiones de crecimiento mundial plantean un enorme interrogante, reconocen los expertos.
– Consecuencias “aterradoras” –
Los países pobres piden ayuda para mitigar o adaptarse a las consecuencias del cambio climático. Los países ricos prometieron 100.000 millones de dólares anuales, una cifra que ya debieron haber entregado en 2020.
Sin embargo, faltan 20.000 millones de dólares. Las principales potencias económicas aseguran que el tema será resuelto en un par de años.
Mientras, países como la Alianza de Pequeños Estados Insulares denuncian las consecuencias “aterradoras” que podrían llegar en poco años si el nivel del mar sigue aumentando, como aseguran los científicos.
“Parece que algunos no tengan miedo, o peor, que sean indiferentes”, declaró su negociadora en Glasgow, Lia Nicholson. AFP