La campaña de Tomás Guanipa ha sido épica. A puro pulmón ha recorrido los lugares fundamentales de Caracas, donde Meléndez no se atreve a entrar porque sobre ella cuelga el peso muerto del gobierno de Maduro. El esfuerzo físico y organizativo que implica luchar contra el Psuv en Caracas requiere organización y disciplina porque la disputa es contra el Estado, transfigurado en un partido político.
Los estudios de opinión más recientes indican que hay una polarización total entre Guanipa y Meléndez, con una ligera ventaja a favor de Guanipa, que se puede incrementar sustancialmente bajo dos condiciones. La primera, que aumente la disposición a votar y que los llamados a la abstención se disipen y la segunda que el voto opositor de aglutine en torno a Guanipa. Con todo respeto, la candidatura de Antonio Ecarri se desinfló absolutamente y hoy cada voto que se haga a su favor en realidad será un voto a favor del Psuv. Ganar Caracas implica unificar el descontento y que este se exprese en el voto. El rechazo a Maduro lamentándose en la casa, debe transformarse en votos.