El maratón de Nueva York es el más famoso del mundo. Por lejos es el más importante en lo que a fama y popularidad se refiere. Más de cincuenta mil corredores han llegado a ser parte en alguna de sus últimas ediciones.
Por Infobae
Quienes han corrido muchos maratones sabrán que no tiene el mejor circuito para correr rápido y que en comparación no es ideal para hacer las mejores marcas. Pero nadie podrá obviar que es una carrera que todo maratonista alguna vez tiene que correr. Es más, hay muchos, entre ellos argentinos, que la han corrido muchas veces.
El combo maratón y Gran Manzana sin duda es muy atractivo. Si en algo han contribuido las Majors – el circuito de los seis grandes maratones- es en darle a los corredores la posibilidad de conocer otras ciudades, algunas algo postergadas en la agenda turística. Pero tiene que quedar claro algo: la idea del maratón como una fiesta gigantesca se la debemos en gran parte a la fama mundial de esta carrera.
Desde Staten Island hasta el mismísimo Central Park, el maratón de Nueva York es el ejemplo perfecto de una ciudad que tiene un maratón que es su orgullo y a la vez un homenaje a ella misma. Staten Island, Brooklyn, Queens, Bronx y Manhattan, el maratón se encarga de pasearnos por la ciudad y cada barrio hace lo posible para ser el que se destaque siendo el mejor anfitrión.
Una fiesta descomunal, un público que alienta a todos, una intensidad que no se compara. La palabra espectacular es la que mejor define a la carrera. El deseo de participar que tienen corredores de todo el mundo es tan grande que el sorteo se vuelve cada vez más parecido a ganarse un premio que a obtener un cupo. También se puede clasificar por tiempo o se puede ir por agencias de turismo especializadas en este clase de viajes y a las que la organización les da cupos, para asegurarse una genuina diversidad universal.
Muchos corredores de todo el planeta tienen a Nueva York como el único maratón que correrán en sus vidas, aun aquellos que la corren más de una vez. Es el maratón más famoso, todos coinciden en eso. Como suele pasar en Estados Unidos (y no en Europa, y mucho menos en Sudamérica) colgar la medalla del cuello durante las siguientes cuarenta y ocho horas de terminada la carrera es un honor que es saludado por todas las personas en la ciudad. Pero la mejor forma de resumirlo es: Imaginen el maratón de Nueva York. Es como la ciudad, tan simple como eso.
El maratón de Nueva York comenzó en 1970, 127 hombres y una mujer lo corrieron dando vueltas dentro del Central Park. Solo 55 hombres lo completaron. En 1976 la carrera dio el gran salto y pasó a la ciudad, lo que la hizo crecer año tras año. Es más, el crecimiento de este maratón provocó y sigue provocando el crecimiento de otros maratones en el mundo. Todas las ciudades sueñan con su maratón. Unos 55 mil corredores y 12 mil voluntarios han llegado a ser parte de este enorme evento que convoca a dos millones de espectadores en las calles de la ciudad. La ciudad se detiene durante un día para que los corredores puedan correr por las calles.
Las historias alrededor de esta carrera son inagotables, todo lo que pueden imaginar y lo que jamás creerían posibles. Muchos corredores participan, aunque no sea su objetivo principal en el año porque no quieren perderse la fiesta. La ciudad y el maratón han tenido un romance que solo tuvo una interrupción en el 2012 cuando las consecuencias del huracán Sandy provocó una suspensión lógica, pero de último momento que generó cortocircuitos entre la ciudad, la carrera y los corredores.
Nueva York también se destaca por la cantidad de celebridades que participan. Hay muchas carreras que son mejores, pero los famosos eligen Nueva York. Alanis Morissette, Bryan Cranston, Pamela Anderson, Ethan Hawke, Ryan Reynolds, Katie Holmes, Edward Norton, Oprah Winfrey, Alicia Keys y una lista que se renueva cada año, más aún cuando muchos de ellos aprovechan su fama para correr por una causa benéfica.
Famosos, desconocidos, corredores de todo el mundo, se reúnen cada año para participar. En el 2020 la carrera se volvió virtual, pero en el 2021 volvió con todo el maratón más famoso del mundo, aquel que todos los corredores buscan correr. Desde la largada mientras suena New York, New York en la versión de Frank Sinatra, hasta la inolvidable llegada en Central Park, ningún corredor se olvidará la experiencia de este hermoso y gigantesco.
Pero atención, siguen siendo 42 kilómetros y 195 metros, por lo que, además del disfrute y el turismo, hay que entrenarse de verdad, para que la fiesta sea completa.