A diario, un aproximado de 10 pacientes llegan a resultar positivo a la prueba para detectar el Covid-19. Y es que Ciudad Guayana no escapa de la realidad ante el colapso de hospitales y la escasez de insumos médicos.
Por Corresponsalía La Patilla
La gente hace “maromas” para costear su tratamiento. La mayoría opta por quedarse en casa, aunque igual representa un gasto, sigue siendo la alternativa más económica.
De acuerdo a un sondeo realizado por La Patilla en Ciudad Guayana, desde 2 mil hasta un aproximado de 4 mil dólares se debe gastar para cubrir un tratamiento que consta de antibióticos, vitaminas, zinc, entre otros. Además de eso el recorrer miles de farmacias hasta dar con la más económica. El monto se incrementa dependiendo de la cantidad de personas que resulten contagiadas en un núcleo familiar.
Situación que con el pasar de los días se hace más insostenible para el bolsillo de los ciudadanos. Muestra de ello, es la cantidad de solicitudes de ayuda a través de servicios públicos que surgen a diario por no contar con los recursos financieros.
Y es que el alquiler de una bombona de oxígeno estaría oscilando entre los 300 y 350 dólares. Hay quienes logran conseguir prestado el cilindro, pero sin flujómetro, y este tiene un costo de alrededor de 150 dólares. La recarga del oxígeno está aproximadamente en 40 dólares.
Por otro lado, acudir a una clínica se hace cuesta arriba, pues solo una hora de hospitalización estaría rondando los 700 dólares. Eso incluye la revisión médica, tomografía y oxígeno. Mientras que una semana de hospitalización asciende a más de 14 mil dólares.
Lo cierto es que la crisis económica cada vez se vuelve más insostenible, y muchos han perdido la batalla, aunque otros han sobrevivido. Tal es el caso de Xoila Valenzuela, de 41 años de edad, residente de Puerto Ordaz.
Ella junto a otros tres familiares, sobrevivieron a la enfermedad. En su relato menciona que tanto ella como su madre fueron las primeras en ser diagnosticadas y luego siguieron sus dos hermanos.
Narró que todo su tratamiento lo pasó en casa con ayuda de una enfermera particular, pues asegura que no tenía los recursos para acudir a una clínica. Los hospitales centinela, eran su última opción. Para cubrir los gastos recurrió a sus ahorros, además de contar con la ayuda de familiares que se encuentran en el exterior.