Durante la jornada electoral llevada a cabo en Venezuela el pasado 21 de noviembre, fueron muchas las denuncias de votantes quienes manifestaron que los fuertes retrasos en las mesas y los puntos rojos en las cercanías de las instituciones, perjudicaron el proceso.
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Esas observaciones fueron confirmadas en el informe preliminar publicado por la UE, que consideró que estas acciones marcaron un precedente poco apropiado.
Argumentaron que se vieron incidencias en el voto asistido, algo que no debió ser aceptado.
“La jornada electoral se vio ensombrecida por importantes retrasos en la apertura y el cierre de las mesas electorales, y por acusaciones de coacción a los votantes. Los observadores de la UE fueron testigos de la instalación de dispositivos de control a los votantes por parte del PSUV (puntos rojos) en los 23 estados y en el distrito capital, a pesar de la prohibición explícita del CNE. En todo el país, salvo en el estado de Amazonas, se observó un abuso del voto asistido”, manifestaron.
La UE dejó claro que en enero presentaran un informe general sobre los comicios, que esperan sirvan para dar mejoras al sistema electoral del país.