Desde 2018 la brecha de precios entre los productos nacionales e importados disminuye. La relajación por parte de las autoridades en los controles de precios a partir de 2019 ha propiciado cierta estabilidad, no solo en los precios, sino también en la oferta, pues los periodos previos a ese año fueron de escasez para la población. A pesar de la disminución de la brecha, el mercado sigue afectado por la alta inflación y las empresas locales lidian con la escasez de combustibles y la exoneración de impuestos a productos importados, lo que según ellos genera una competencia desleal.
Por Ariadna García / Crónica Uno
Un estudio de la firma Nielsen, compartido a Crónica.Uno, revela que en 2018 la brecha de precios entre productos nacionales y los importados era de 84 %. A partir de entonces, comenzó a descender hasta llegar a ser del 23 % en julio de este año. Algunas de las cestas que más se alejan de precios entre el producto nacional versus el importado son misceláneos con 68 %, seguido de bebidas 35 %; mantenimiento del hogar 15 % e impulsivos (golosinas) de 8 %.
El auge de importaciones se masificó en 2019, tras la exoneración de impuestos a bienes terminados traídos desde el extranjero. La proliferación de bodegones, tiendas que se caracterizan por vender golosinas importadas, licores, quesos y exquisiteces, hizo que se convirtieran rápidamente en una fuerte competencia para la industria nacional, que llevaba años afectada por la crisis económica. Estos locales se expandieron por el país llegando a ser unos 613, de acuerdo con una investigación de la Universidad de Oslo en conjunto con el Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO).
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