Cuatro tibias humanas, restos de animales exóticos, semillas tóxicas y miles de productos cosméticos para la supuesta elaboración y posterior venta de pócimas, estos son algunos de los elementos que la Policía Municipal de Madrid ha descubierto el pasado fin de semana en la calle Amor Hermoso del distrito de Usera. La dueña del establecimiento, una mujer de origen cubano, va a ser investigada por un presunto delito de fraude, además de enfrentarse a varias denuncias por tener objetos de animales protegidos.
La intervención en este establecimiento en barrio madrileño tuvo lugar el pasado viernes por la tarde por agentes de la Oficina de Atención al Ciudadano de Latina y Usera tras una denuncia vecinal. En una primera inspección, los policías pudieron determinar que los cuatro huesos humanos encontrados pertenecían a individuos diferentes, todos ellos bañados en sangre. “Eran huesos largos con cavidad glenoidea, tubo interior y maléolo medial”, detallaron. Se han remitido a la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma para redactar un informe técnico pericial.
Un santuario
La parte más reseñable del establecimiento es un santuario que agrupaba la mayoría de los elementos requisados, desde estatuas religiosas de diferentes creencias -sobre todo paganas-, hasta pócimas y restos animales.
En este lugar se hallaron un total de 1.476 cosméticos que por su “dudosa procedencia” no se pueden comercializar, con los cuales elaboraban pócimas y vendían libremente en pequeños frascos. Estos productos se hacían mezclando diversos productos agua oxigenada, agua destilada, alcohol y jabones.
Agentes de #Latina y de #Usera encuentran en la trastienda de un local restos de huesos y otras sustancias que utilizaban para realizar ritos de santería. Los restos óseos están pendientes de informe técnico-pericial para determinar su naturaleza. pic.twitter.com/6eKubE7HJU
— Policía Municipal de Madrid (@policiademadrid) November 29, 2021
Asimismo, localizaron restos de animales y plantas muertas que están catalogados en el listado de protección CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), por lo que no se pueden ni vender ni compra. Por tanto, la responsable podría haber cometido un delito de contrabando.
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