Estremecedor testimonio de una de las víctimas en el juicio contra Ghislaine Maxwell

Estremecedor testimonio de una de las víctimas en el juicio contra Ghislaine Maxwell

Uno de los dibujos que hicieron en la Corte sobre Ghislaine Maxwell. Archivo: Reuters

 

Una supuesta víctima de abusos sexuales cometidos por el magnate Jeffrey Epstein aseguró este martes en un tribunal de Nueva York que cuando tenía 14 años Ghislaine Maxwell, brazo derecho de Epstein, estuvo presente en al menos “dos ocasiones” cuando el empresario abusó de ella.

Por Infobae

Según la víctima, identificada con el seudónimo “Jane” para preservar su identidad, en la época en que tenía entre 14 y 16 años visitaba a Epstein cada una o dos semanas en su residencia de Palm Beach (Florida) localidad done también Jane residía, y precisó que en “casi todas las visitas” se producían los abusos.

De acuerdo con el testimonio de “Jane”, que parece ser el principal testigo de la fiscalía en el caso contra Maxwell por tráfico sexual de menores, siendo todavía menor niña tuvo relaciones sexuales no solo con Epstein en solitario, sino que a veces él estaba acompañado por Maxwell o por otras mujeres.

Preguntada por la Fiscalía sobre el número de veces en las que Maxwell estuvo presente, la testigo aseguró no recordarlo con exactitud, para luego añadir que fueron al menos en dos ocasiones.

Conocida en un campamento de verano

Durante dos horas, vestida con una chaqueta gris y una camiseta negra, “Jane” explicó cómo conoció a Epstein y Maxwell en 1994, cuando tenía 14 años, durante un campamento de verano en Michigan para niños con talento artístico.

En un encuentro aparentemente casual durante un descanso entre clases, ambos hablaron con ella y le pidieron el teléfono de su casa.

Recordó que era una época muy difícil para ella porque su padre había fallecido a finales de 1993, su familia estaba en bancarrota y su madre estaba deprimida y era incapaz de lidiar con la situación.

A las pocas semanas de ese encuentro, según su relato, Epstein invitó a su madre y a ella a tomar un té y en esa reunión el multimillonario aseguró que quería hacer de mentor para jóvenes artistas.

A partir de ese momento, las invitaciones a la casa del magnate solo fueron dirigidas a Jane, que empezó a acudir sola a la casa, donde se encontraba con Epstein y Maxwell.

“Me hacían sentirme especial pasando tiempo conmigo, hablando, preguntándome sobre la familia y el colegio, o viendo películas”, explicó Jane que explicó que un día, estando a solas con Epstein, este interrumpió la conversación y la condujo a una habitación donde le dijo que se sentara encima mientras él se masturbaba.

Poco tiempo después, la situación se repitió pero esta vez con la presencia de Maxwell que “actuaba de manera casual, como si fuera muy normal, nada extraño”.

“Me sentía confusa, a mi no me parecía normal”, dijo la supuesta víctima que explicó que no le contó a nadie los abusos hasta años mas tarde porque se sentía “avergonzada”.

La relación con Epstein, según contó en el estrado, duró ocho años y se mantuvo hasta el año 2002, cuando viajó a los Ángeles, donde consiguió un trabajo en un programa de televisión y conoció a una pareja.

El “caso Maxwell” ha recibido enorme atención mediática porque varias importantes figuras del mundo de la política y el espectáculo han sido relacionados con Epstein, entre ellas el príncipe Andrés de Inglaterra -actualmente acusado en otro caso en Nueva York por una de las supuestas víctimas del empresario-, los expresidentes Bill Clinton y Donald Trump o el cofundador de Microsoft Bill Gates.

Epstein se suicidó en 2019 en la celda de la prisión neoyorquina donde había sido recluido de manera preventiva, antes de poder responder ante un tribunal por las acusaciones de abusos y tráfico sexual, y la defensa de su socia y mano derecha Maxwell opina que ella está sirviendo de “chivo expiatorio” por los delitos cometidos por el magnate.

La jueza ha denegado la libertad provisional a Maxwell por el riesgo de fuga, pues la acusada, procedente de una familia adinerada, tiene tres pasaportes (británico, francés y estadounidenses). Se enfrenta a una pena de hasta ochenta años de cárcel.

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