Violaciones, abandono y trabajo forzoso: Los desafíos para migrantes centroamericanos en ruta hacia EEUU

Violaciones, abandono y trabajo forzoso: Los desafíos para migrantes centroamericanos en ruta hacia EEUU

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Los migrantes centroamericanos caminan a lo largo de la carretera cerca de la frontera con Guatemala, mientras continúan su viaje tratando de llegar a los EE. UU., En Tapachula, México, el 22 de octubre de 2018. REUTERS / Ueslei Marcelino

 

Este sábado se conmemoró el Día Internacional del Migrante; el Triángulo Norte de Centroamérica es epicentro del fenómeno migratorio con rumbo a EE.UU. Las migraciones esbozan esta subregión asediada por la pobreza, inseguridad, tráfico de drogas y por los efectos del cambio climático.

Por VOA





El migrante hondureño José Urbina ha decido que no separará su núcleo familiar en la búsqueda de entrar a Estados Unidos, lo ha intentado cinco veces y en cuatro ha sido devuelto al otro lado de la frontera sur a territorio mexicano.

Hace unos días la Voz de América conoció su historia en uno de los puntos fronterizos de Texas, por donde intentan entrar de manera irregular al país cientos de centroamericanos que dicen huir de las condiciones de pobreza e inseguridad en sus países.

Ante el fracaso en los intentos una y otra vez, su esposa le ha sugerido partir el grupo y que intente José rodear la parte más custodiada de la frontera para entrar en solitario a suelo estadounidense, pero él no está dispuesto.

“Le he dicho que si lo vamos a lograr será en familia y sino se puede vamos a estar todos juntos”, y acota con la voz entrecortada que su afán por verse trabajando en Estados Unidos es para sacar adelante a su familia, ayudar a sus padres y a los de su esposa.

“Todos dicen hay que ir a buscar el sueño americano, uno no lo busca talvez por venir a vivir a Estados Unidos, no, uno viene por venir a trabajar, aparte que el gobierno de nosotros está muy mal, el país lo tiene patas arriba, no hay trabajo, la delincuencia…”, acota este migrante al justificar su perseverancia.

Este sábado 18 de diciembre se conmemora el Día Internacional del Migrante amparado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) que instauró esta fecha hace 70 años para reubicar a los europeos desplazados de la Segunda Guerra Mundial.

Este 2021, considera la ONU las migraciones siguen representando un serio desafío para gobiernos y organismos, y sobre todo para los que emprenden la ruta, pues las travesías “pueden ser voluntarios o forzosos, resultado de desastres, crisis económicas y situaciones de pobreza extrema o conflicto, cuya magnitud y frecuencia no dejan de aumentar”.

Los recuentos del organismo revelan que hasta el año pasado se calculaba en unos 281 millones de migrantes internacionales, lo que corresponde a 3.6% de la población mundial y las tendencias apuntan al alza.

Los factores que impulsan las migraciones -sostiene la ONU- “tendrán repercusiones en las características y el alcance de la migración en el futuro” y forzará a los países a poner en marcha estrategias, en algunos para aprovechar el potencial de los migrantes “sin dejar de lado la protección de los derechos humanos fundamentales”.

Contraste entre discursos políticos y realidades

Al revisar la situación del Triángulo Norte, Abel Núñez, director del Centro de Recursos para Centroamericanos, CARECEN, comenta a la Voz de América que el tema de la migración irregular tiene varias aristas.

La primera -sostiene- es que Estados Unidos lo tiene como un tema político, y de ahí el tratamiento general en las esferas de poder; pero a la vez los inmigrantes representan una fuerza laboral pujante en su economía, y pone como ejemplo los sectores donde la mano de obra centroamericana no da abasto en regiones en crecimiento económico del país.

“Los gobiernos ven un enfoque, pero la realidad es que el migrante que logra pasar aunque sea de manera irregular ya estando en Estados Unidos tiene muchas posibilidades de emplearse y de algún modo logra estabilidad y tranquilidad en temas como la inseguridad que los acosa en sus países”, explica Núñez a VOA.

Este experto con experiencia en asistencia legal a migrantes centroamericanos en Washington cree que en este 2021 no se puede dejar de lado el efecto de la pandemia de COVID-19 y los vaivenes políticos de la subregión que tienen impacto directo en las migraciones irregulares desde el norte centroamericano.

“En las regiones donde viven ya no se encuentra trabajo, las economías están pateadas así que el único escape que tienen para mantener a su familia es venirse hacia el norte”, afirma Núñez.

La portavoz en español del Departamento de Estado, Kristina Rosales, explicó a la Voz de América que el tema migratorio es de alta prioridad para la administración del presidente Joe Biden.

La alianza de cooperación con México es vital para afrontar la problemática reconoce. “Colaboramos estrechamente con México y es un proceso en que estamos trabajando todavía de forma bilateral entre los dos países para tratar este tema”, comentó Rosales.

Pero cree que resolver el tema en la frontera “es algo que llevará su tiempo, no hay una solución inmediata”, y adelantó que en la Cumbre de las Américas a celebrarse en Estados Unidos en junio de 2022 el tema migratorio estará en prioridad en la agenda.

Y la preocupación crece porque los flujos migratorios a gran escala ya no solo provienen del Triángulo Norte sino que se están viendo movimientos desde Sudamérica.

La Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP) registró en el año fiscal 2021 -que culminó el 30 de septiembre- la detención de más de 1,7 millones de migrantes irregulares a lo largo de la frontera con México, la mayoría centroamericanos. Son los números más altos en los últimos 20 años.

La estrategia actual es devolverlos de manera inmediata a suelo mexicano cuando se trata de adultos.

Un informe realizado en conjunto por tres organizaciones que trabajan en la zona fronteriza y publicado esta semana señala la vulnerabilidad a la que son sometidos los migrantes al volverlos a México mientras se revisan sus peticiones de asilo.

Ultraje a mujeres, la constante del camino

La violencia contra mujeres en la ruta es otro de los temas que preocupa a autoridades y activistas: violaciones sexuales, sometimiento a servidumbre, trabajo forzoso y abandono en los tramos más peligrosos son parte del peligros que puede representar para una una mujer la ruta.

La inmigrante Hilda López trabaja en la región metropolitana de Washington DC con víctimas de violencia sistemática, que han atravesado la frontera y algunas veces arrastran el abuso hasta cuando están dentro de Estados Unidos como indocumentadas.

Su organización Ángeles Guerreros -explica a VOA- busca contribuir para frenar esas prácticas, pues dice haber vivido en carne propia la experiencia, y sabe que la víctima en su situación tiende a callar luego de la camándula de penas durante el camino y estancia en Estados Unidos.

La oficina de la ONU contra las drogas reconoce que las mujeres, niñas y personas transgénero son las más vulnerables en la ruta, “están más expuestas a la violencia sexual”, consigna el organismo en el informe “Sometidos a abusos y abandonados. Una perspectiva de género sobre el tráfico ilícito agravado de migrantes y su respuesta”.

En México, el tramo más peligroso de la travesía, cree la activista Gretchen Kuhner, directora del Instituto par las Mujeres en la Migración (IMUMI) la violencia sexual hacia niñas, mujeres y migrantes transgénero se materializan en trata, tortura, acoso, violación y extorsión, entre otros.

Situación de la que abundan registros sobre embarazos no deseados por efecto de violaciones, además de enfermedades de transmisión sexual. Las organizaciones tienen registros que muchas mujeres previendo el abuso que les espera en el camino usan métodos anticonceptivos como la inyección para evitar embarazos a causa de violaciones.

Hilda López habla sobre una de las víctimas a las que ayuda estos días, se trata de una joven que fue violada en grupo por miembros de un cartel de drogas en México, llegó a Estados Unidos embarazada sin saber de quién de los hechores del múltiple vejamen.

Según Amnistía Internacional a partir de los datos cruzados por diferentes agencias estima que 6 de cada 10 mujeres que atraviesan México en sus intentos por llegar a Estados Unidos están en alto riesgo de ser víctimas de abuso sexual.