Después de haber sido modelo, el jamaicano Benjamin Alexander trabajaba en las altas finanzas… hasta que su vida dio un giro inesperado: a los 32 años descubrió el esquí y quiere participar en los Juegos de Pekín-2022, un sueño que pasa por una competición organizada en Montenegro.
Único miembro del equipo jamaicano de esquí alpino, Alexander se ha unido en las pistas de Kolasin, en el centro de Montenegro, a otros aspirantes al sueño olímpico procedentes de países en los que habitualmente no hay nieve, como Ghana, Chipre, Arabia Saudita y Timor Oriental.
Entre estos rivales no existe una rivalidad exacerbada, sino todo lo contrario, una gran solidaridad para alcanzar el mismo objetivo: lograr la clasificación para Pekín, para lo que deben marcar un número mínimo de puntos impuesto por la Federación Internacional de Esquí (FIS) en las competiciones organizadas entre julio de 2019 y el 16 de enero de 2022.
Como muchos de sus compañeros, Benjamin Alexander se ha centrado en el eslalon gigante, la prueba más “accesible”, menos técnica que el eslalon y menos peligrosa que el Súper Gigante o el descenso.
Para este jamaicano de 38 años, nacido en el Reino Unido, donde estudió para financiero, el viaje a China sería el punto culminante de una atípica carrera deportiva, que comenzó hace solo seis años durante unas vacaciones en Canadá.
– 27 caídas en una sola bajada –
“Recuerdo perfectamente la primera vez que salí a esquiar sin monitor. Me caí 27 veces en un solo descenso. Pero me dije, bueno, es solo el inicio. Si la próxima vez logro caerme menos de 27 veces, ya será un progreso”, explica a la AFP.
Y desde entonces nunca se ha dado por vencido. “Se ha vuelto una obsesión”, asegura el jamaicano, quien ha esquiado durante más de… ¡450 días en los últimos dos años!
Alexander sigue trabajando en las finanzas, ya que es consciente que nunca podrá rivalizar con la élite mundial del esquí alpino, como el francés Alexis Pinturault, ganador de la última Copa del Mundo, o el suizo Marco Odermatt, quienes esquían desde que eran niños y que cuentan con el respaldo de potentes patrocinadores.
El jamaicano espera, no obstante, que su historia sirva de inspiración para otros esquiadores de países “pequeños” en el marco de los deportes de invierno.
– Fuente de inspiración –
“Tratamos de participar e inspirar a las nuevas generaciones para demostrarles que quizá es posible formar parte de la élite deportiva, aunque procedas de Timor, India o Jamaica”, reivindica Alexander después de haber acabado en la 25ª posición, su mejor resultado en los gigantes disputados en Kolasin, a 18 segundos del vencedor.
Jamaica ya marcó la historia de los Juegos Olímpicos de Invierno gracias a su equipo de bobsleigh en los Calgary-1988. Dudley Stokes, uno de los integrantes de aquel equipo que se hizo famoso gracias a una película de Disney (‘Cool Runnings’ en su versión original, estrenada en 1993), es uno de los consejeros de Benjamin Alexander.
Para otros esquiadores que se dan cita esta semana en las pistas de Kolasin, rodeadas de macizos blancos, participar en los Juegos sería la oportunidad de dar a conocer sus países a los espectadores.
Yohan Goutt Goncalves, que representa a Timor Orienta, el país natal de su madre, ya tiene reservado el billete para viajar a la capital china. Criado en Francia, de donde es su padre, quien le ha transmitido su amor por el esquí, el joven ha decidido representar a la pequeña nación asiática.
“Me pregunté qué podía hacer para ayudar a Timor y consideré que el deporte era una buena manera de representar al país”, explica Goncalves a la AFP.
“Muchos esquiadores no han oído nunca hablar del país, así que estoy feliz de poder compartir su historia”, añade.
afp.