En una jornada dramática para Italia, en la que casi llegó a los 100.000 nuevos contagios, un récord durante la pandemia, el gobierno aprueba nuevas medidas contra el Covid, que en la práctica suponen un confinamiento no declarado a los antivacunas. El Ejecutivo de Mario Draghi aprobó anoche, no sin tensiones, la obligatoriedad del ‘súper pasaporte Covid’, que se concede solo a los vacunados, para todas las actividades en las que hasta ahora solo era necesario presentar un test rápido de antígeno negativo. Así lo reseñó ABC.
Ese certificado sanitario, que solo obtienen los vacunados y quienes están curados del coronavirus, será necesario desde el 10 de enero hasta el 31 de marzo para viajar en cualquier medio de transporte público, ir a un restaurante, a un hotel, participar en cualquier ceremonia, asistir a un congreso, centros culturales y recreativos, deportes de equipo o acudir a locales cerrados como teatros, cines y museos.
El nuevo decreto del gobierno reduce también el aforo en los estadios al 50 %, mientras en los recintos deportivos cerrados se limita a un máximo del 35 %.
Nuevas cuarentenas
El Ejecutivo adoptó también nuevas reglas para la cuarentena. Se ha eliminado el aislamiento para los vacunados con tres dosis y que entren en contacto con una persona positiva al Covid, pero tendrán que usar las mascarillas Ffp2 durante una semana. El gobierno impondrá un precio máximo de venta para estas mascarillas -actualmente en las farmacias cuestan alrededor de 2 euros-, porque son obligatorias en la mayoría de los lugares. Para los no vacunados, la cuarentena seguirá siendo de diez días, como hasta ahora. La eliminación del aislamiento a los vacunados con tres dosis se adopta, a petición sobre todo de los presidentes de las regiones, para evitar que la variante Ómicron, ante la rapidez de su difusión, paralice Italia, con graves repercusiones económicas.
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