Los restos mortales del capo mafioso Salvatore “Totò” Riina, fallecido en noviembre del 2017 en la sección para presos de un hospital de Parma (Italia) donde cumplía cadena perpetua, fueron llevados con escolta policial a la isla de Sicilia.
El vehículo fúnebre, escoltado por un furgón con agentes de civil, tuvo un destino final: la localidad siciliana de Corleone, donde Riina había nacido 87 años atrás.
Una vez allí, el féretro fue llevado al cementerio municipal, donde sus restos fueron sepultados después que su familia prohibiera el ingreso de extraños y periodistas.
El féretro de Riina recibió una simple bendición de un sacerdote que se retiró apresuradamente del cementerio. Riina fue sepultado sin funeral público, con la sola presencia de sus familiares más cercanos.
El féretro de Riina descansa en la tumba familiar, dentro de un cementerio que reúne misterios variados. En la necrópolis donde fue sepultado Riina están enterrados algunos de los dirigentes más representativos de la Mafia.
El más sanguinario de todos
Riina, antiguo y sanguinario jefe del clan de los “Corleoneses”, falleció a los 87 años el 17 de noviembre de 2017, después de pasar cinco días en coma y tras haber sido intervenido quirúrgicamente en dos ocasiones. Fue el mayor capo mafioso de todos los tiempos.
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