Las autoridades de Bélgica acordaron este martes una serie de cambios en relación con la pandemia de coronavirus, que incluyen reducir de diez a siete días la cuarentena que deben hacer las personas que no presenten síntomas tras una infección por coronavirus.
Los responsables belgas de Sanidad a nivel federal y regional, reunidos en una conferencia interministerial, acordaron asimismo que los vacunados con dos dosis desde hace como máximo cinco meses que hayan tenido un contacto de alto riesgo no estarán ya obligados a hacer cuarentena.
También estos vacunados quedarán excluidos de hacer un test PCR en caso de contacto de alto riesgo, aunque se les recomendará respetar “medidas preventivas estrictas”, incluido el uso de la mascarilla, la distancia y evitar estar con personas vulnerables hasta diez días después del contacto.
Las cuarentenas de diez días seguirán vigentes para las personas que hayan recibido la segunda dosis hace más de cinco meses y que aún no hayan recibido la de refuerzo, así como los no vacunados.
Las nuevas medidas entrarán en vigor el próximo 10 de enero.
Una de las razones de la reducción de los plazos de la cuarentena son las dificultades de algunas empresas para funcionar con un creciente número de personas sin poder ir al lugar de trabajo.
Distintas organizaciones, incluida la Federación belga de Empresas (FEB) y la organización flamenca de autónomos (Unizo) habían pedido en las últimas semanas que se suavizaran las reglas de las cuarentenas ante el temor a un aumento del absentismo.
El próximo jueves se reunirá el comité de concertación del país para pasar revista a la situación sanitaria y en particular a la evolución de la variante ómicron y su impacto sobre los hospitales.
También se decidirá si proceder o no a nuevas relajaciones en las restricciones.
EFE