El 17 de octubre del año que recién finalizó, un grupo de 21 mujeres decidió acampar en las afueras de la oficina del Ministerio de Hábitat y Vivienda, en Barcelona, estado Anzoátegui, con el propósito de pedir la acreditación de casas en buenas condiciones donde puedan vivir dignamente con sus familias. No obstante, han pasado ya 82 días y las féminas siguen siendo ignoradas por las autoridades.
Por Javier A. Guaipo La Patilla
Lilibeth Valdez, una de las solicitantes, relató que en todo este tiempo han tenido que aguantar sol, lluvia, frío y demás penurias, pues no les terminan de dar una respuesta concreta. “Incluso pasamos aquí las festividades decembrinas, porque sentíamos que si nos movíamos un día, íbamos a perder todo el sacrificio hecho en casi tres meses”.
Comentó que para sobrellevar toda esta situación han acordado horarios en los que mientras unas trabajan o estudian, las demás se quedan “haciendo guardia”. “Pese a que todas provenimos de zonas diferentes, hemos formado un gran vínculo. De hecho, hasta hicimos hallacas para compartir entre nosotras en Navidad y Fin de Año”.
Por su parte, María Bello resaltó que ellas no están pidiendo que les regalen nada, sino que les den las viviendas a crédito para ir pagando en cuotas.
“Nuestra solicitud está basada en el artículo 82 de la Constitución Nacional, donde dice bien claro que todo ciudadano tiene derecho a un hogar digno y cómodo. Además, tenemos familiares con discapacidades y en el artículo 36 también establece que las personas en estas condiciones tienen derecho a vivir adecuadamente”.
Ambas mujeres coincidieron en que el presidente del Ministerio de Hábitat y Vivienda en la entidad, Jesús Marcano, se ha reunido constantemente con ellas y les aseguró que están haciendo las gestiones pertinentes para ubicarles una casa.
“Según nos ha dicho, falta es que el gobernador Luis José Marcano firme la orden para que nos sean adjudicadas las viviendas, pero aún nada”.
Asimismo, dejaron claro que ninguna se moverá del lugar hasta que todas hayan logrado el objetivo que las llevó a vivir prácticamente en la calle durante todo este tiempo.