El diputado francés de extrema derecha José Evrard, conocido por su oposición a la obligatoriedad del certificado sanitario que rige en Francia desde el pasado verano boreal para muchas actividades de la vida social, murió de COVID el viernes a los 76 años, según miembros de su entorno, que precisaron que estaba vacunado.
Nicolas Dupont-Aignan, líder del partido soberanista Arriba Francia en el que militaba Evrard, manifestó en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter en la noche del viernes al sábado su “inmensa tristeza” por la muerte del que calificó como “amigo” y “colega”.
El asistente parlamentario del fallecido, Guillaume Kaznowski, explicó en otro mensaje en la misma red social que los dos habían contraído el coronavirus al mismo tiempo y, después de recordar todo lo que habían compartido juntos, aseguró que no lo olvidará “nunca”.
Dupont-Aignan señaló que el diputado ahora fallecido era hijo de un minero y “encarnaba” las cuencas mineras del departamento de Pas de Calais, al norte de Francia, de donde era originario y por el que tenía su mandato de parlamentario.
Evrard entró de joven en el Partido Comunista Francés (PCF), en el que militó durante 36 años, pero en 2014 cambió de bando y se afilió al gran partido de la extrema derecha francesa, el Frente Nacional, por el que fue elegido diputado en junio de 2017.
Sin embargo, en noviembre de ese año dejó la formación de Marine Le Pen y terminó en 2019 en el partido de Dupont-Aignan.
Francia está viviendo una quinta ola de COVID con un récord de contagios esta semana (solo el viernes se notificaron 328.214) y entre 200 y 300 muertos la mayor parte de los días (ayer fueron 193).
Desde el comienzo de los registros en marzo de 2020 se llevan contabilizados 125.206 fallecimientos.
La Asamblea Nacional adoptó en la madrugada del jueves el proyecto de ley para introducir en Francia el pasaporte de vacunación, que veta el acceso a bares, restaurantes y lugares públicos a los no vacunados contra el coronavirus.
El texto fue aprobado por 214 votos a favor, 93 en contra y 27 abstenciones, tras tres días de arduos debates que llevaron hasta en dos ocasiones a la suspensión de la sesión.
El proyecto pasará ahora al Senado antes de su regreso a la Asamblea para una adopción definitiva, pero es poco probable que sea promulgado para el 15 de enero, cuando el Gobierno preveía ya su uso.
Con esta nueva medida, todos los mayores de 12 años deberán justificar su pauta de vacunación para acceder a actividades de ocio, restaurantes, ferias y transporte público, para lo que ya no será posible mostrar un test negativo, a excepción de los hospitales.
El lunes, durante el primer debate, los diputados de la oposición aprovecharon la ausencia de la mayoría para suspender el voto y evitar que se prolongara durante toda la noche.
El martes a última hora, la publicación de unas declaraciones del presidente, Emmanuel Macron, en las que aseguraba querer “fastidiar” a los no vacunados con el pasaporte sanitario, despertó la cólera de numerosos diputados, lo que llevó también a suspender la sesión.
Este miércoles, el primer ministro, Jean Castex, tuvo que intervenir en la apertura del debate para tratar de calmar los ánimos.