La ONG Amnistía Internacional (AI) denunció este martes que los problemas del número uno mundial del tenis, el serbio Novak Djokovic, con la política migratoria australiana reflejan solo “una pequeña parte” del abuso al que se somete a los refugiados y solicitantes de asilo en Australia.
AI se refirió a la retención durante varios días de Djokovic en un hotel especial a su llegada a Australia por problemas con su visado por no estar vacunado contra la covid-19 y su posterior puesta en libertad este lunes por orden de un tribunal en Melbourne, donde tiene intención de participar en el Open de Australia.
“Djokovic vivió una pequeña parte de lo que los refugiados han estado experimentando durante años por las vergonzosas políticas sobre refugiados del Gobierno australiano”, afirmó en un comunicado Graham Thom, experto en asuntos sobre refugiados de AI en Australia.
El experto explicó que refugiados que huyen de conflictos o persecución son detenidos cuando tratan de llegar a Australia y encerrados, a veces durante años, en hoteles vigilados o enviados a centros de detención en Nauru o Papúa Nueva Guinea.
“No pueden trabajar, enviar a sus hijos a la escuela, jugar el deporte que aman, acceder a la sanidad o planear su futuro. Y muchos sufren trauma y enfermedades todos los días por sus experiencias bajo arresto”, señaló Thom.
El propio Djokovic estuvo en uno de estos hoteles especiales en Melbourne desde el jueves pasado hasta el lunes, cuando un juez ordenó su puesta en libertad al entender que había presentado los documentos necesarios para tener una exención médica a la obligatoriedad de estar vacunado.
“El aire dentro de mi habitación es una cárcel, una miseria que me ha acompañado durante casi nueve años”, indicó Mehdi Ali, un refugiado iraní de 24 años detenido en el hotel Park de Melbourne, donde también estuvo retenido el tenista serbio.
Según AI, hay unos 40 refugiados y solicitantes de asilo detenidos en estos hoteles australianos conocidos como Lugares Alternativos de Detención (APODs, en sus siglas en inglés).
En 2019, la Comisión de Derechos Humanos de Australia indicó que estos hoteles no son lugares apropiados para alojar detenidos por la falta de servicios apropiados y las restricciones de movimiento y de espacio.
El exjugador de fútbol y activista australiano Craig Foster apuntó que hay que distinguir entre la resistencia de Djokovic a vacunarse contra la covid-19 y el trato vejatorio que ha recibido por parte de las autoridades migratorias de Australia.
“Djokovic no es un héroe o un luchador por la libertad por disuadir de la inmunización en la comunidad. Es un deportista famoso que no cree en las vacunas y buscó una excepción. Estoy muy en desacuerdo con su visión de la pandemia”, dijo Foster en un comunicado.
Sin embargo, el activista agregó que Djokovic fue víctima también de un sistema injusto que priva de libertad a refugiados, incluidos niños, y afecta a su salud mental y física en centros de detención gestionados por empresas privadas.
EFE