El presidente del Sindicato de Trabajadores del Transporte de Nueva Esparta, José Luis Isase, hizo una retrospectiva sobre el proceso de deterioro de ese servicio colectivo en la isla de Margarita.
Por Dexcy Guédez
El dirigente sindical indicó que inician el año 2022 y sin temor a equivocarse, no prevén grandes cambios en el área de transporte público. “No es por ser pesimista, es porque se repiten patrones de conductas de las autoridades responsables en impulsar las políticas públicas que impulsen el desarrollo idóneo del sector”, indicó el presidente del Suttene.
Recordó que en Nueva Esparta, hace 5 años tenía una data de mil cien unidades minibuses entre 24 y 32 puestos para las rutas urbanas y suburbanas, mientras que para este año no superan las 550 operativas.
De acuerdo con el dirigente, eso determina que el parque automotor se está paralizando por su envejecimiento, y porque no hay sustitución del mismo. “Solo tenemos un promedio de 150 unidades con 10 años o menos de fabricación y operativas; incluyendo las unidades de Busmargarita. Si seguimos a esta velocidad en corto tiempo los números serán de alarma”, enfatiza Isase.
Resaltó además que en la actualidad el efecto de recesión económica por la pandemia, no ha permitido que se den los niveles de movilidad normal y que en consecuencia, gran cantidad de trabajadores en condiciones cesantes por inactividad de sectores y la paralización de las actividades educativas, no están en condiciones de reactivación presencial.
Alertó que al normalizarse ambos sectores, el gremio de los profesionales del volante estaría en apuros para garantizar el servicio a todos. “Es oportuno que las autoridades, sector privado y transportistas nos sentemos a diseñar el plan de renovación que permita garantizar un servicio de transporte público adaptado a los nuevos tiempos”, concluye Isase.