El precio del alimento, vitaminas, fletes y combustible tiene en jaque a las pocas granjas de cerdo en el estado Táchira, lo que ha traído como consecuencia la disminución de porcinos en los últimos dos años.
Por Corresponsalía lapatilla.com
Yuvan Rosales, representante de la Federación de Porcicultores en la región, señala que quienes se dedican a esta actividad comercial ven afectadas sus finanzas al no poder recuperar la inversión que realizan en estos animales.
En Táchira solo quedan 20 de las 300 granjas que criaban cerdo. Esta reducción es consecuencia de la crisis económica que se agravó con la llegada de la pandemia del Covid-19. “En este momento no hay una producción rentable. Apenas se hacen los costos, por lo cual solo estamos trabajando para mantener las unidades de producción y para ello se redujo el número de madres”, expresó Rosales.
La crianza de un cerdo tarda cinco meses. Posterior a ese periodo, se envía al centro de beneficio. Cada etapa del animal implica un sacrificio para sacarlo adelante, pues al llegar al matadero debería pesar, al menos, unos 100 kilos.
Sin consumo
Rosales indicó que en el estado Táchira hay un consumo muy bajo de cerdo, fenómeno que se repite a nivel nacional, donde la compra de esta proteína cayó en más del 80%, pues el alto costo del kilo de la carne de cochino resulta poco asequible para los consumidores.
“El consumo de cerdo por persona en la región es de 200 gramos, por lo que la producción es suficiente para cubrir el mercado que hay”, destacó el productor.
El representante del gremio porcino ha buscado alianzas con autoridades regionales y nacionales, con el fin de exportar la carne a diversos países, y así aumentar la producción en las granjas y convertir el negocio atractivo y así evitar que continúe el cierre de las pocas que quedan.
“Nosotros estamos sobreviviendo en medio de todo esto, y para ello pagamos la mano de obra con buenos salarios para mantener a los operarios. Sin embargo, nos vemos afectados por los precios que se tienen hoy día a puerta de corral y en canal”, dijo.
Bajan las cerdas madres
El productor de la zona sur del Táchira, Orlando Acevedo, mostró su preocupación ante la reducción de madres, cuyo número en el año 2015 era de 15 mil unidades, pero debido a la crisis, en la actualidad solo se contabilizan 500 cerdas para la producción.
Más de 14.500 madres porcinas tuvieron que ser sacrificadas para reducir los costos de su alimentación, lo que representa un déficit de un 96 %. “Los granjeros, en vez de subir las madres, lo que hicieron fue bajar la producción, lo que nos preocupa, pues de seguir así la situación, vamos a desaparecer. No hay forma de mantener una granja donde los números no nos dan”, apuntó.
Para cumplir con la operatividad, los productores no han tenido más remedio que vender vehículos y terrenos para poder costear y mantenerse en este sector, el cual para muchos es un oficio que desarrollan desde hace varias décadas.
“Estamos en emergencia por los altos costos de producción, porque el alimento concentrado debemos traerlo del centro del país y su movilización podría costar hasta mil dólares, siendo un golpe bastante fuerte a nuestro bolsillo”, acotó.
Al flete se suman las matracas en las diferentes alcabalas, las cuales se han convertido en un dolor de cabeza para estos comerciantes, quienes se “encomiendan a Dios” para poder “llegar en paz” a la entidad. Acevedo calificó como deplorable la actuación de los uniformados, quienes dejan parados a los productores hasta dos horas al negarse a pagar en estos puntos de control a lo largo y ancho de Venezuela.
Costos de producción
Gerardo Rincón, otro productor en la entidad, detalló que los criadores de cerdo se ven asfixiados por los elevados costos de los suministros para los animales. En la primera etapa, el lechón (cerdo joven) debe recibir la vacuna del hierro, cólera, complejo B y el fitoplasma, la cual se ha dejado de aplicar en el país por su elevado costo y el poco acceso a la misma.
“No hay respiro. Lo que se gana por la venta de carne se invierte en el alimento concentrado, el cual de acuerdo con la marca, se busca completar con ciertas fórmulas que puedan cumplir con los parámetros necesarios y así no generar tantas pérdidas al productor”, añadió.
En pesos, un bulto de 40 kilos de alimento oscila entre 95.000 y 105.000, es decir, entre 26 y 28 dólares. El frasco de una vacuna que servirá para 50 animales puede llegar a costar más de 90 dólares. Desde su nacimiento hasta que se lleva a canal, un cerdo puede consumir aproximadamente seis sacos.
La referencia para la venta del kilo de cerdo en Táchira es el peso colombiano, la moneda casi oficial en este estado fronterizo. El precio de la carne de cerdo en bodegones puede superar los 20.000pesos (5,5 dólares), mientras que en mercados populares más de 18.000 pesos (5 dólares).
Para Rincón, a pesar de la crisis humanitaria compleja, es necesario seguir fortaleciendo las razas y genéticas con las que trabajan los productores como la Pig Americana, Yorkshire, Tor Pig Norsvin y Duroc Jersey, siendo las más demandadas y explotadas en el país, ya que producen la carne en un menor tiempo.
Jasson Martínez, miembro de la Asociación de Ganaderos del estado Táchira (Asogata), recordó que ha sido una larga batalla para mantener las unidades de producción durante los últimos años y así ofrecer a los consumidores el producto en los anaqueles. “Tenemos una lucha con la fijación de precios que no han sido equitativos con el valor real de costos de producción”, agregó Martínez.
Mencionó que en noviembre, el kilo de cerdo en canal se cotizó en 13.000 pesos, en diciembre 12.000 pesos y en lo que va de enero sigue disminuyendo su valor. “Los insumos sanitarios se consiguen en agropecuarias nacionales y en Cúcuta, Colombia. El punto difícil es el concentrado, que si bien llega al país, es bastante costoso, lo que aumenta el valor del cerdo, cuya inversión no es considerada cuando está en canal”, puntualizó Martínez.
De acuerdo a los productores, en la actualidad el precio del cerdo a puerta de corral es de 2.6 dólares cuando debería ser de 3?dólares, mientras que en canal se ubica entre 3.5 y 4?dólares.
Se acabó la matanza
El sacrificio de cerdos en el matadero municipal de San Cristóbal se redujo notablemente, según uno de los trabajadores consultado en el lugar, quien prefirió resguardar su identidad.
Ante la falta de crianza en las granjas y la reducción de las madres, poca es la matanza de estos animales, que anteriormente se sacrificaban 1000 de forma semanal. En la actualidad, el número no supera los 100.
“Esto se viene presentando desde hace tiempo y no se ve que haya una solución para este gremio que ha sido el más golpeado de todos en cuanto a la cría de animales”, concluyó.