Hablar de paz bajo terrorismo solo genera más violencia, afirma el presidente Duque

Hablar de paz bajo terrorismo solo genera más violencia, afirma el presidente Duque

(AP Photo / Ariel Schalit).

 

Hablar de paz bajo “terrorismo” lo único que genera es más violencia, y la impunidad un “premio a los bandidos”, dijo a Efe el presidente colombiano, Iván Duque, al justificar su decisión de romper el diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) al principio de un mandato que concluirá este 2022.

“En 17 meses que estuvieron en la mesa con el Gobierno anterior, mataron más de 100 personas, hicieron más de 400 actos terroristas y secuestraron más de una decena de ciudadanos. Eso no es falso. Y dialogar en medio de esos actos de barbarie es legitimar la violencia como un método de presión al Estado”, afirmó en un balance de esa decisión en enero de 2019.





Con ello puso fin al diálogo que había iniciado su predecesor, Juan Manuel Santos, para tratar de pacificar el país después de décadas de conflicto interno y tras un imperfecto acuerdo con las FARC que recientemente cumplió cinco años.

De su decisión, el actual mandatario colombiano asegura que él nunca “le ha cerrado las puertas al ELN”, sino que lo hicieron ellos mismos al no aceptar las condiciones para “una aproximación creíble”, como era “liberar a los secuestrados y poner fin a las actividades criminales”.

“¿Y cómo han respondido ellos? ¡Con terrorismo! Por eso los hemos volteado con toda la firmeza y le dimos de baja a ‘Uriel’, a ‘Fabián’…”, explicó.

A ocho meses de dejar la presidencia, Duque aseguró que “si ellos quieren una aproximación de paz que parta de la base de suspender los actos criminales y de liberar los secuestrados, con mucho gusto, a partir de ese momento tendremos una aproximación”.

Pero que, si no es el caso, “serán combatidos con toda la fuerza del Estado”, porque ambas cosas no pueden ir “juntas”, “por lo menos mientras (él) sea presidente”.

Y recordó que su Gobierno fue el primero “en extraditar por narcotráfico a los EE.UU. a miembros del ELN”, y el que hizo “una reforma constitucional para que ni el narcotráfico ni el secuestro sean delitos conexos al delito político y, por ende, nunca más sean amnistiables”, lo cual, “también se le aplica a los bandidos del ELN”.

“Se lo quiero decir con mucha claridad: si el ELN quiere seguir en las actividades criminales, conmigo no van a tener ninguna negociación, porque yo no negocio con terroristas ni con bandidos (..) La paz con impunidad de seguir premiando bandidos, eso lo único que genera es más violencia”, concluyó.

Las negociaciones con el ELN se vieron interrumpidas tras un proceso inicial de diálogo en Ecuador, luego trasladado a Cuba a raíz de una inesperada decisión, en abril de 2018, del entonces presidente Lenín Moreno, a raíz de una serie de ataques en la frontera con Colombia y un creciente narcotráfico. EFE