Hermafrodita, criminal… ¿y hombre lobo? La historia de Romasanta, el primer asesino en serie de la historia española

Hermafrodita, criminal… ¿y hombre lobo? La historia de Romasanta, el primer asesino en serie de la historia española

El hombre lobo causó terror en toda España en el siglo XIX

 

 

 





Las historias paranormales de vampiros, fantasmas y ovnis siempre han captado la atención de cualquier lector o televidente porque encierran un manto de misterio, y si con ellas se sabe que fueron reales, potencia aún más los relatos.

Esta tiene como protagonista a Manuel Blanco Romasanta, el denominado “Hombre lobo de Allariz”, a quien se le atribuyen 13 crímenes en la España del siglo XIX, pero se cree que fueron más las víctimas que cayeron “en sus garras”.

La historia de Manuel Blanco Romasanta es una de las más llamativas del imaginario español. Romasanta, que vivió durante la primera mitad del Siglo XIX, fue responsable de más una decena de crímenes en los montes de Galicia y El Bierzo. De hecho, fue el primer asesino en serie de la historia de España.

Pero además de una actividad criminal por la que fue condenado a muerte, su personaje va mucho más allá. Manuel fue considerado hermafrodita, pues tenía sexo femenino pero segregaba una gran cantidad de hormonas masculinas. Además, fue el primer (y hasta ahora único) ciudadano español diagnosticado de licantropía clínica, lo que le valió el apodo de ‘hombre lobo gallego’.

Desde su nacimiento (en noviembre de 1809), la vida de Romasanta atravesó por adversidad, ya que sus padres (Miguel Blanco y María Romasanta) creyendo que era una niña lo anotaron con el nombre de Manuela, debido a su aspecto físico que daba la sensación de ser una niña pero no lo era, de hecho, recién a sus seis años un médico de la ciudad española de Orense pudo constatar que era un niño, por lo que los investigadores creen que Romasanta era hermafrodita, o sea que tenía sexo de mujer pero segregaba hormonas masculinas y sufría constante episodios de violencia.

Algunos datos de la época indican que provenía de una familia acaudalada, ya que sabía leer y escribir, algo insólito en aquel entonces. Además, en 1825 recibió la confirmación junto a sus hermanos en la iglesia Santa Eulalia de Esgos, por lo que no se trataba de alguien inculto.

Con el paso de los años se dedicó al oficio de sastre, carpintero y buhonero (vendedor ambulante) y a pesar de su altura (137 centímetros) no ha sido un blanco de burlas en su Orense natal, de hecho, a los 21 años se casó con Francisca Gómez Vázquez, pero en 1834 su esposa falleció y quedó viudo.

Manuel Blanco Romasanta: inicio de su carrera criminal

La muerte de su esposa pareció ser un “click” en su vida ya que dejó la ciudad y comenzó a deambular como vendedor ambulante por la provincia hasta llegar a abarcar la comunidad de Galicia, incluso llegó a conocer Portugal y todos sus caminos.

Con información de 20minutos y Crónica.