El terrorista que retuvo a cuatro personas como rehenes dentro de una sinagoga de Texas desató una diatriba antisemita llena de palabrotas durante una escalofriante llamada final a su familia, en la que expresó su deseo de martirio y dijo que volvería “a casa en un cuerpo de rey”. bolsa”, según un informe.
Por New York Post
En un audio de la conversación obtenido por el Jewish Chronicle , Malik Faisal Akram le dijo a su hermano, Gulbar, de 43 años, en Blackburn durante el asedio a la Congregación Beth Israel en Colleyville que “vino a morir”.
“¡Estoy abriendo las puertas para que todos los jóvenes de Inglaterra entren en Estados Unidos y jodan con ellos!”. dijo Akram, de 43 años, quien se dirigió a sus compañeros yihadistas.
“¡Vive tu maldita vida, hermano, maldito cobarde! ¡Vamos a joder América! ¡Que se jodan si quieren joder con nosotros! ¡Les daremos una maldita guerra!”. gritó, según la larga grabación, que el Chronicle dijo haber obtenido de una fuente de seguridad.
“Le he pedido a Alá esta muerte, Alá está conmigo, no me preocupa en lo más mínimo”, prosiguió el desquiciado terrorista en su diatriba semicoherente, en la que también se refirió a los conflictos de Estados Unidos en el exterior.
“¿Por qué estos malditos hijos de puta vienen a nuestros países, violan a nuestras mujeres y se follan a nuestros hijos? Estoy sentando un precedente… tal vez tengan compasión por los malditos judíos”, gritó.
Cuando Gulbar lo instó a rendirse, Akram supuestamente gritó que había estado “rezando a Alá durante dos años por esto” y que planeaba morir.
“Prefiero vivir un día como león que 100 años como chacal”, dijo, según el Chronicle. “Voy a enfrentarme cara a cara con [la policía] y me pueden matar a tiros… Regresaré a casa en una bolsa para cadáveres”.
Según los informes, uno de los hermanos menores de Akram murió recientemente de COVID-19.
“Le prometí a mi hermano en su lecho de muerte que sería un mártir”, le dijo a Gulbar, quien le suplicó que terminara el asedio y liberara a los rehenes.
Pero Akram le dijo que disfrutaba de la atención que había atraído hacia la causa de los musulmanes, quienes dijo que estaban oprimidos por Estados Unidos.
“Estoy bombardeado, tengo todas las municiones”, dijo antes de criticar cómo el ejército estadounidense ocupó Afganistán y que los talibanes no pudieron viajar a los EE. UU. para buscar venganza.
El audio termina poco antes de que los rehenes huyeran de la sinagoga y Akram fuera asesinado a tiros por un equipo SWAT del FBI.
Sus últimas palabras fueron: “Me voy”.
Mientras tanto, la policía antiterrorista británica arrestó el jueves a dos hombres en Birmingham, en el centro de Inglaterra, y en Manchester, en el noroeste de Inglaterra, por su presunto papel en la toma de rehenes, informó Agence France-Presse.
Los hombres estaban detenidos por la Policía Antiterrorista del Noroeste.
El sábado, Akram ingresó a la sinagoga de la Congregación Beth Israel en Colleyville, a unas 26 millas al noroeste de Dallas, y tomó como rehenes a tres feligreses y un rabino durante 11 horas antes de que la policía lo matara.
El ciudadano británico había estado sufriendo problemas de salud mental y exigió al FBI que liberara de inmediato a Aafia Siddiqui, una mujer paquistaní que fue condenada por cargos de terrorismo en 2010.
Aparentemente, eligió la sinagoga porque parecía ser la reunión de judíos más cercana a la prisión federal donde Siddiqui cumple una sentencia de 86 años por intentar matar a soldados estadounidenses en Afganistán, según el Washington Post.
Durante el enfrentamiento de 11 horas de Akram, su familia fue llamada para ayudar con las negociaciones y sus dos hijos adolescentes fueron detenidos para ser interrogados, dijeron los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley al medio.
El domingo, la Policía del Gran Manchester dijo que dos adolescentes fueron detenidos para ser interrogados en relación con el incidente y el martes, según los informes, los niños fueron liberados sin cargos.