El hospital tipo I Santo Domingo del municipio Cardenal Quintero del estado Mérida es una obra inconclusa desde la gestión de gobierno regional de Alexis Ramírez. Hoy se encuentran los pasillos con olor a tierra, con pocos espacios aptos y acondicionados para brindar atención primaria en salud a los pacientes.
Por Jesús Quintero La Patilla
En la valla publicitaria que ahora luce de cabeza y sirve de paraban para bloquear el acceso a uno de los pasillos del centro de salud, se puede leer: “Culminación de la Obra” del año 2014, con una inversión de 4.981.500,00 Bs a través del Fondo de Compensación Interterritorial con un tiempo de ejecución de tres meses”, pero que hasta ahora no ha sido culminado.
El trabajo por parte de los médicos de guardia en el servicio de triaje y las consultas especializadas que, a pesar de las adversidades allí se prestan, no cuentan tampoco con los insumos necesarios para brindar una atención médica de calidad.
El ambulatorio se intentó remodelar para su reacondicionamiento y elevarlo a Hospital tipo I, debido al crecimiento poblacional de esta localidad. Hay que destacar que el centro de salud se ubica en un municipio que es corredor vial que conecta la ciudad de Mérida y sus municipios con el estado Barinas por la carretera Trasandina.
Incluso, existen algunos equipos embalados en el área de Rayos X aún sin ser instalados y puestos en funcionamiento para beneficio de la población.
Son pocos los médicos y personal de apoyo que prestan sus servicios en el centro de salud debido a los insuficientes salarios, y los pacientes cuando sus patologías de ingreso son complejas, en su mayoría son referidos directamente al Hospital Universitario de Los Andes en la ciudad de Mérida.
Actualmente el Hospital Santo Domingo cuenta con tres unidades móviles tipo ambulancia, de las cuales solo una está operativa y al servicio de las emergencias, mientras las otras dos se encuentran fuera de servicio por diferentes averías mecánicas, denunció el alcalde del municipio Cardenal Quintero, Yovani González.
Al mismo tiempo agregó que cuando las mismas estaban operativas, se les ha limitado el surtido de combustible en las estaciones de servicio, impidiendo operar de manera continua cuando son requeridas para la atención de emergencias o traslado de pacientes; por lo que en ocasiones los mismos familiares han de gestionar la gasolina para garantizar el traslado de los enfermos hacia otros centros de salud especializados de la región.
De esta situación de precariedad y deterioro de infraestructura no escapan la mayoría de los hospitales y ambulatorios de la red de salud en el estado Mérida, sin que por parte de las autoridades sanitarias, locales, regionales y nacionales se ejecuten políticas públicas para garantizar el acceso a la salud según lo establece la Constitución Nacional.