El domingo, sobre las 6:30 de la tarde, se escucharon fuertes explosiones en Arauquita, Colombia; los militares que estaban haciendo presencia en la zona de frontera tomaron posiciones, pero en contados segundos se percataron de que las detonaciones eran del lado de Venezuela.
Por EL TIEMPO
Se confirmó que las explosiones eran el resultado de combates entre las disidencias de ‘Antonio Medina’ y los del Eln.
EL TIEMPO tuvo acceso a un informe de inteligencia que evalúa los alcances de la confrontación entre estos grupos criminales, los detonantes de la misma y la ubicación geográfica –tanto en Colombia como en Venezuela– de cada estructura al margen de la ley.
En el documento se indica que en noviembre de 2021 se empezó a fracturar el pacto de no agresión entre el Eln y las disidencias cuando ‘Antonio Medina’, jefe del frente 28 de las disidencias, “retuvo por una semana en territorio cobalto a un integrante del Eln conocido con el alias de Patón”, indica inteligencia.
‘Patón’ habría estado sobre los caseríos de El Progreso y Cañitos (Venezuela), zona de frontera, “presentando posibles problemas de comportamiento con la población civil”, señala inteligencia, a sabiendas de que es zona de injerencia de ‘Antonio Medina’.
Con este campanazo, la situación se complica, indica inteligencia en su informe, “por asuntos relacionados con el cobro de vacunas en el sector del Botalón, en el municipio de Tame, por parte de las disidencias del décimo frente”.
Una de las extorsionadas, bajo amenaza de muerte, fue la mamá de uno de los jefes del Eln, “lo que se convirtió en el detonante para que se dieran las confrontaciones en el departamento de Arauca”, se lee en el documento.
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