La aparición del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 en China ya cumplió dos años, en los cuales, las personas debimos de a poco incorporar distintos elementos nuevos a nuestras vidas cotidianas, como así también en nuestro botiquín de primeros auxilios, para enfrentar la actual pandemia de COVID-19.
Por infobae.com
El alcohol en gel y el barbijo fueron las grandes estrellas de uso diario que debimos sumar, más allá de la actual liberación del tapabocas en espacios libres. Sin embargo, éstos no son los únicos instrumentos de autocuidado que empezaron a ganar lugar en los hogares. En forma gradual pero persistente creció también la compra de al menos otros elementos, algunos de los cuales no eran de uso frecuente.
“Un completo botiquín anti COVID debe contar en primer lugar con un termómetro, para poder medir la temperatura; así como de algún antitusivo natural para aliviar la tos, que siempre debe acompañarse de una buena hidratación”, explicó Emilio Fajardo, médico internista y coordinador del área médica del Hospital Vithas de Granada, España.
“Los descongestivos nasales y suero para lavados tanto oculares como nasales también pueden ser útiles en este caso -agregó el especialista-. Es bueno contar además con suero oral para rehidratación en caso de diarreas. También debe incluir paracetamol como analgésico e incluir ibuprofeno o algún otro antiinflamatorio, teniendo en cuenta que su administración no debe exceder los 3 gramos al día. Tanto el paracetamol como el antiinflamatorio pueden servir para ayudar a mejorar el malestar general y la cefalea que a veces es muy intensa en la infección por COVID-19?, agregó el experto.
Para la doctora Lilián Testón, infectóloga y coordinadora de epidemiología del grupo Stamboulian, los analgésicos y antipiréticos como el parecetamol o ibuprofeno son efectivos para el manejo de los efectos adversos como el dolor en el sitio de la inyección, dolores musculares y fiebre.
El tensiómetro automático es uno de los nuevos dispositivos que más se incorporaron al botiquín hogareño durante la pandemia. Este aparato también conocido como monitor de presión arterial, es un dispositivo médico que permite detectar irregularidades en la presión arterial del cuerpo de una persona de manera rápida y es útil para prevenir complicaciones o consecuencias graves en la salud de quien es hipertenso. Este aparato básicamente lo que hace es medir la fuerza que ejerce el flujo sanguíneo en las paredes de las arterias para detectar la presión.
Otro instrumento que se incorporó al uso de las familias en el hogar es el oxímetro, al punto de estar entre los 10 productos más vendidos en el último Hot Sale en Argentina. El oxímetro es un aparato que permite medir los niveles de saturación de oxígeno en sangre. Se coloca en el dedo, que es, junto con el lóbulo de la oreja, una de las partes del cuerpo donde existe más microcirculación. El tensiómetro dispone en general de una luz polarizada que al hacerla pasar por el dedo puede medir los glóbulos rojos que circulan por el organismo e interpretar cuánta hemoglobina está circulando por él y calcular, así, la saturación de oxígeno en la sangre del paciente.
Los barbijos/tapabocas siguen siendo el producto de mayor venta, una condición que nunca perdieron durante la pandemia pero que ahora reafirmaron con la llegada de la tercera ola y el rebrote por Ómicron. Durante 2021 fue, por ejemplo, el artículo de mayor venta en Mercado Libre y lo mismo había ocurrido en 2020, según informó esa compañía de comercio electrónico. Los precios de los barbijos crecieron exponencialmente. Una caja de tabapocas quirúrgicos paso de valer $50 a los $900, o incluso más.
Si el barbijo fue el rey de las ventas entre los productos de autocuidado, el alcohol en gel no le perdió pisada, con la diferencia de que es un producto que ya contaba con cierta tradición de uso prepandémico que no exhiben los restantes productos.
Según un informe de la consultora Focus Market en los cinco días posteriores a la declaración del coronavirus como pandemia, en marzo del 2020, la variación de ventas subió un 484%.
Dado que la mayoría de la población global está vacunada, es esperable que los cuadros de COVID-19 sean leves o moderados y no requieran internación. Por eso durante el aislamiento, los médicos aclaran que la automedicación no está recomendada, y menos aún ante una sospecha de COVID-19.
También recuerdan que ante la presencia de algún síntoma la indicación es quedarse en casa y estar en contacto con la menor cantidad de gente posible.