Los pacientes con trastornos de ansiedad y esquizofrenia en el estado Guárico sufren cada vez que los medicamentos que necesitan están por acabarse, ya que la gran mayoría no cuenta con el dinero suficiente para lograr adquirirlo por un largo periodo de tiempo.
Jeferson Sánchez // Corresponsalía lapatilla.com
Es por ello que aplauden acciones como el operativo de atención y entrega de medicinas organizado por la Sociedad Anticancerosa de la entidad, donde recibieron gratuitamente medicaciones de alto costo como Fluoxetina y Quetiapina.
Mencionaron que en muchas ocasiones deben decidir si comprar comida o sus medicamentos, a propósito de los bajos salarios que perciben, especialmente los jubilados, como es el caso del señor Leonardo Alvarado.
“Estas jornadas son muy oportunas, porque quienes debemos tomar este tipo de medicamentos, se nos hace difícil conseguirlo. En una farmacia, una de las pastillas que nos dieron costaba 82 bolívares el año pasado, y con la inflación hoy en día debe costar el triple. Algunos tienen suerte de que reciben remesas y pueden sobrevivir. A veces nos sacrificamos comprando alimentos y dejamos a un lado el tratamiento y hay muchos que, por no comprar sus remedios, empeora su estado de salud”, señaló.
Por su parte, el abuelo José Antonio Suárez destacó que este tipo de actividades representan un gran alivio para aquellos que sufren tratando de adquirir sus medicamentos completos, que al no tenerlos, en muchos casos puede incitarlos a tomar medidas extremas como el suicidio.
“Conseguir los medicamentos es dificilísimo. Primero por la crisis que pasa el país, y segundo porque la mayoría de ellos son importados. He dejado de tomar mis medicamentos en algunas ocasiones por la crisis y he sufrido de ansiedad, afectando mi sistema nervioso y esto puede llevar a la gente al suicidio, porque los descontrola el no tomar la medicina”, puntualizó.
Por su parte, Nuris Palacios contó que tiene dos hijos con esquizofrenia, a los cuales debe darles su pastilla en la mañana y en la noche para que no se descompensen y avance la enfermedad.
“La Quetiapina está muy costosa y a mí me la consiguen por ahí o me la regalan. Ya los muchachos tienen dos semanas sin tomarla. Un blíster cuesta 40 bolívares y a veces es difícil conseguirlo, por lo que me ha tocado tener a uno de mis niños descompensado mientras lo ubico”, explicó Palacios.
Cabe destacar que la institución lleva a cabo jornadas como estas, entregando diversos insumos de manera gratuita, gracias al apoyo de diferentes aliados y organizaciones de la región guariqueña.