La Policía Nacional ha detenido en Valencia, España a una mujer de 56 años como consecuencia de la muerte de su pareja, de 70, al que presuntamente envenenó con medicamentos laxativos. El hombre permaneció ingresado durante siete meses en un hospital de la ciudad hasta que falleció, tiempo que la sospechosa aprovechó para realizar elevadas retiradas de efectivo y pagos con las tarjetas de su compañero sentimental por valor de 92.000 euros.
Por abc.es
Las investigaciones se iniciaron en mayo del pasado año, cuando los agentes del grupo de Homicidios tuvieron conocimiento de que un hombre podría haber muerto en abril, en extrañas circunstancias, tras estar hospitalizado desde septiembre de 2020 por una diarrea crónica. En todo ese periodo solo recibió el alta durante cuatro días, pero volvió a ingresar pasado ese plazo.
Se daba la circunstancia de que, cuando el enfermo permanecía en la UCI y no recibía visitas, su estado de salud mejoraba. Por contra, cuando era trasladado a planta y estaba acompañado por su pareja, su situación empeoraba. Además, según han explicado fuentes del cuerpo armado, la mujer mintió a los familiares del fallecido asegurándoles que, como consecuencia de la pandemia, no podían acudir al centro sanitario para verle.
A pesar de todas las pruebas practicadas a la víctima para esclarecer los motivos de su dolencia, los médicos no lograron establecer las causas que lo mantenían ingresado. Sin embargo, tras el deceso, sus hijos tuvieron conocimiento de que una de las cuentas bancarias de la que era titular su padre se encontraba con saldo negativo.
En ese momento, encontraron diversas facturas de compras realizadas en farmacias durante los meses que duró el calvario de la víctima: durante un año la pareja de su progenitor había adquirido una gran cantidad de laxantes. A causa de su ingesta durante largos periodos de tiempo, el hombre sufrió diarreas que derivaron en alteraciones en la función cardíaca, debilidad muscular y cansancio, hasta llevarle a la muerte.
Del mismo modo, la Policía comprobó que durante el periodo que el paciente permaneció en el hospital, la sospechosa se había apoderado de sus tarjetas bancarias para realizar numerosas retiradas de efectivo en diferentes cajeros automáticos por un valor de 62.000 euros. También averiguaron que había realizado compras en comercios con las mismas tarjetas por un importe que ascendía a 30.000 euros.
Cantidades muy elevadas que no se ajustaban a la situación económica de una mujer que apenas recibía una mensualidad de 400 euros. Por ello, además de por su relación con los hechos que provocaron la muerte de su pareja, se le considera presunta autora de los delitos de apropiación indebida y estafa.