Desde hace unos años, pocos, el otrora tabú de la depresión entre los deportistas de élite se ha ido haciendo un hueco en titulares, gracias a la valentía de quienes la sufrieron por dar un paso al frente para contarlo. La salud mental es un asunto de prioridad para todos, independientemente del estatus social o laboral y hablar de ello ayuda. Es lo que ha decidido hacer el boxeador estadounidense Ryan García, uno de los grandes talentos del ring a su edad.
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Con apenas 23 años, el púgil, de ascendencia mexicana, guarda un récord de 21 victorias, 18 por KO y cero derrotas en su carrera deportiva en el peso ligero, lo que le eleva a una categoría de elegidos para el deporte de contacto.
En lo más alto de su extraordinaria proyección, en abril del año pasado, decidió retirarse de la pelea que tenía prevista contra Javier Fortuna, alegando que necesitaba descanso y “centrarse en la salud mental”. Ahora, en declaraciones a ‘Inside boxing live’, ha dado más detalles sobre el tema.
“Estaba tan deprimid que adquirí malos hábitos. Empecé a beber y nunca bebo, nunca. Pero me estaba emborrachando todo el tiempo. Hubo un momento en el que pensé en suicidarme”, ha contado.
“Fue tan mala esa época, tan intensa, que pensé que tal vez prefería no estar aquí. No entendía lo que pasaba y pedí ayuda profesional”, añade el boxeador, que ahora se encuentra mejor y con ganas de volver a la senda de la victoria.