Se acabó. Todo se desmorona. Pablo Casado, acorralado por un clamor en el PP para que convocase un congreso extraordinario y dimitiese, acabó aceptando que la Junta Directiva Nacional que se reúne la semana que viene convoque ese cónclave imprevisto para acabar con la profunda crisis que ha causado su choque con Isabel Díaz Ayuso. El líder del PP se ha quedado solo atrincherado al frente del PP tras su brutal guerra interna con Ayuso, que le ha terminado devorando. Los apoyos del jefe de la oposición están en desbandada: todo el poder territorial le ha dado la espalda, así como la mayoría de la dirección del grupo parlamentario y de su comité de dirección. Casado resiste en silencio junto a un reducido núcleo de fieles en la calle de Génova, que también se va reduciendo. Su principal apoyo en el partido y en esta crisis, Teodoro García Egea, presentó su dimisión por la tarde.
Por Elsa García De Blas / El País
Al menos 14 de los 17 dirigentes territoriales del PP le pedirán este miércoles en la reunión a la que les ha convocado que se celebre un congreso extraordinario cuanto antes y que sea sustituido como presidente. La mayoría del consejo de dirección del grupo parlamentario popular, con la ausencia por el momento de la portavoz, Cuca Gamarra, ha emitido un comunicado reclamando la celebración de ese congreso ante la situación de “extrema gravedad” en la que está sumido el partido e instando a la dimisión inmediata del secretario general, Teodoro García Egea. Este acabó cediendo también por la tarde y presentó la dimisión.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ha dimitido como portavoz de la ejecutiva nacional. Los apoyos de Casado se reducían esta tarde a un puñado de fieles: su número dos, Egea, la vicesecretaria de Organización, Ana Beltrán, el vicesecretario de Comunicación, Pablo Montesinos, y el vicesecretario Territorial, Antonio García Terol.
La intención de Casado esta mañana antes de la cascada de bajas en sus apoyos era resistir. El líder popular empezó lanzando el mensaje de que no se iba, y desde luego no como le pedían los barones, con una dimisión inmediata y la convocatoria de un congreso extraordinario. Casado convocó por eso para el miércoles al poder territorial del partido para preparar la decisiva reunión del martes que viene de la Junta Directiva Nacional, donde se debatirá la propuesta de celebración de un congreso, según fuentes de su entorno. En la reunión de mañana, Casado se verá las caras con los presidentes autonómicos del PP, muchos de los cuales se han levantado en su contra: entre ellos, los cinco presidentes en ejercicio, capitaneados por el gallego Alberto Núñez Feijóo, el nombre que se invoca en el partido como solución a esta crisis. No así con Isabel Díaz Ayuso, que queda fuera de la convocatoria porque Casado llama a los presidentes del partido y ella es la única presidenta autonómica que no tiene además el poder orgánico. La disputa por el PP de Madrid es el origen de esta grave crisis, y Casado ha seguido manteniendo el pulso hasta el final con su principal enemiga interna.
Para leer la nota completa ingrese AQUÍ