Las protestas para exigir la liberación del director de Servicios Generales de la Universidad de Oriente, Luis Castro Milano, y de Gladys Rodríguez secretaria general del Sindicato de Obreros de esa casa de estudios superiores, no cesaron durante el asueto de Carnaval.
Dexcy Guédez // Corresponsalía lapatilla.com
A pesar de la lluvia, una vez más la privación de libertad de esos trabajadores, volvió a mostrar la cara solidaria de la academia en la entidad insular. Ya al cierre de la semana pasada, el personal del núcleo Nueva Esparta de la UDO, amalgamó fuerzas con varios pronunciamientos, vigilias y protestas para exigir la liberación de ambos representantes de la comunidad universitaria.
Lisbeth Patiño, secretaria de Reclamo del Sindicato de Trabajadores Administrativos, dijo confiar en que si las autoridades a las que compete investigan bien, sus compañeros saldrán en libertad, pues entenderán que no son delincuentes y que, por el contrario, son personas probas y con amplio respaldo de todos los integrantes de la comunidad universitaria.
Es de recordar que el pasado martes 8 de febrero fueron detenidos por funcionarios de la Guardia Nacional, Castro Milano y Gladys Rodríguez, en el sector La Guarina, momentos cuando escoltaban un camión que salió de la sede universitaria para permutar materiales ferrosos desechados, por implementos de limpieza para ejecutar un operativo de mantenimiento en esa casa de estudios superiores.
Casi de inmediato fueron reseñados ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, y dos días después presentados en tribunales, donde la Juez IV de Control en materia de Materiales Estratégicos de Nueva Esparta, Natasha Rodríguez, dictó medida privativa de libertad.
Fueron imputados por los delitos de tráfico de materiales estratégicos, agavillamiento y peculado doloso propio, y se les asignó el retén de San Antonio como lugar de reclusión.
Este martes tomaron la avenida 31 de Julio, a la altura del crucero hacia playa Guacuco, para exigir a las autoridades tribunalicias que reviertan el dictamen y dejen en libertad a los cinco detenidos, ya que abogan además por los tres empleados de la empresa procesadora con la que iban a sellar el intercambio.