Mientras crece el conflicto de Rusia y Ucrania, el magnate ruso evalúa seriamente la posibilidad de deshacerse del club inglés tras un fructífero mandato de 19 años.
Por infobae.com
Esa posibilidad de que Roman Abramovich deje de ser dueño del Chelsea es cada vez mayor, ya que los problemas que enfrenta el magnate ruso con el Reino Unido lo empujan a poner al club inglés en el mercado y empiezan a surgir algunas ofertas de compradores potenciales, según la prensa británica. Mientras el ejército de Rusia avanza en Ucrania, hay un multimillonario suizo con ganas de comprar el club si Abramovich se decide a venderlo.
El oligarca ruso de 55 años, quien compró a los Blues en 2003 y los ha convertido en una potencia del fútbol mundial a base de desmedidas inyecciones financieras, le puso precio a la institución a la que llevó a ganar cinco títulos de la Premier League y dos trofeos de la Champions League: alrededor de 4.000 millones de libras esterlinas, según informó Daily Telegraph.
El citado medio también apunta que Abramovich anteriormente ha rechazado ofertas por valor de £ 2.200 millones pero que todavía hay algunos interesados en hacerse con el control del Chelsea, incluido el multimillonario suizo Hansjorg Wyss.
Wyss se ha ofrecido a negociar por el club de Stamford Bridge en lo que podría indicar un cambio de rumbo total del vigente campeón de Europa. ”Abramovich está intentando vender sus activos en Inglaterra y también quiere deshacerse rápidamente del Chelsea”, comentó Wyss en el periódico suizo Blick. “El martes, tres personas y yo, recibimos un oferta para comprar el club. Ahora tengo que esperar cuatro o cinco días. Abramovich pide demasiado y, como sabes, el Chelsea le debe 2.000 millones o así, pero no tienen dinero para pagarle”, agregó.
El empresario suizo hizo referencia a la gran cantidad de dinero que Abramovich le ha prestado al Chelsea desde que lo compró por menos de 100 millones de libras en 2003. Desde su llegada, siendo uno de los primeros multimillonarios en desembarcar en el fútbol inglés, el Chelsea ha pasado de ser un equipo regular en Inglaterra a uno de los grandes del continente.Pero la guerra de Rusia en Ucrania ha puesto en jaque su proyecto deportivo.
La complicada situación de Abramovich en el Reino Unido, que no le renovó el visado de inversor en 2018, se ha recrudecido en los últimos días a raíz de su estrecha y siempre negada relación con Vladímir Putin. Desde la Cámara de los Comunes se ha acusado a Abramovich de ser un estrecho colaborador de Putin y se ha pedido que se le incauten los bienes que posee en el Reino Unido, como su mansión de más de 150 millones de libras en el centro de Londres, y no se le permita dirigir un club como el Chelsea.
El diputado Chris Bryant alertó este martes de que el oligarca está empezando a buscar compradores para sus activos y que hay que actuar rápido en materia de sanciones. Las palabras de Hansjorg Wyss solo confirman esto. “Puedo imaginarme dirigir el Chelsea junto a algunos socios, pero tengo que mirar las condiciones generales primeros. Lo que seguro que no voy a hacer es meterme en algo como esto solo. Si compro el Chelsea, será con un consorcio de seis o siete inversores”, especificó Wyss.
La decisión de Abramovich de dejar la administración en manos de la fundación del club, que tiene dudas sobre este movimiento, es otro indicio más de la cada vez mayor distancia con la que el ruso ve el club que ha manejado en los últimos 14 años. Wyss, de 86 años, que labró su fortuna en la multinacional médica Synthes y se ha caracterizado en los últimos años por sus grandes donaciones a obras benéficas y medioambientales, está al acecho.